Liberada en Sevilla una embarazada que era obligada a prostituirse y a mendigar

  • La víctima fue captada en Rumanía mediante el método conocido como ‘lover boy’

    Todo lo recaudado debía entregárselo a sus captores a cambio de comida, agua y un techo bajo el que dormir.

Liberada en Svilla una embarazada que era obligada a prostituirse y a mendigar
Liberada en Svilla una embarazada que era obligada a prostituirse y a mendigar

La Policía Nacional ha liberado en Sevilla a una mujer embarazada, natural de Rumanía y de 28 años, a quien un clan familiar obligaba a prostituirse y a mendigar.

Según informó la Policía, como responsables de la situación de esta mujer han sido detenidas tres personas -un hombre y dos mujeres-, todos miembros de la misma familia y que serán acusados de trata de seres humanos con fines de mendicidad y de explotación sexual.

La víctima, que se encontraba en condiciones de reclusión y vigilancia continua, fue captada en Rumanía mediante el método conocido como ‘lover boy’, por el cual fue engañada para venir a España sin saber que iba a ser explotada.

La investigación se inició a raíz de la propia denuncia interpuesta por la víctima en una comisaría, después de escapar de sus captores al aprovechar un descuido de estos.A CAMBIO DE AGUA Y COMIDA

La víctima relató a los agentes cómo estaba retenida por una familia en una vivienda de Sevilla y cómo era obligada a ejercer la mendicidad para obtener dinero. Todo lo recaudado debía entregárselo a sus captores a cambio de comida, agua y un techo bajo el que dormir.

Asimismo, si la víctima no conseguía el dinero que la familia le exigía mendigando por las calles, los miembros de este clan le obligaban a ejercer la prostitución, para lo cual se encargaban de concertar citas con clientes y realizar los cobros por la prestación de este tipo de servicios.

Por otro lado, la víctima manifestó que no pudo denunciar antes porque se encontraba bajo continua vigilancia de dos mujeres de la familia -la hermana y la pareja del líder del clan-. Ambas controlaban sus movimientos mientras estaba en la calle y la mantenían encerrada en la casa donde vivían para evitar que escapara.

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