EL 58% DE LAS MUJERES RENUNCIA A SU CARRERA PROFESIONAL AL SER MADRES, FRENTE AL 6% DE LOS HOMBRES QUE SON PADRES

El 58% de las mujeres entre 25 y 45 años con hijos a cargo renunciaron de forma parcial o total a su carrera profesional cuando fueron madres, algo que solo les sucedió al 6% de los hombres al ser padres.
Así lo pone de manifiesto el estudio 'Somos equipo' sobre conciliación de la asociación 'Yo no renuncio' (creada por el Club de Malasmadres), realizado a partir de una encuesta 'online' a un total de 24.006 personas en este rango de edad, de las que un 89% eran mujeres.
Según sus resultados, el 58% de las madres solicitó una excedencia o una reducción de jornada o bien dejó el trabajo, decisiones que solo asumieron el 6% de los padres.
Además, el 51% de las mujeres sin hijos piensan que deberán asumir una renuncia parecida si son madres, opinión que solo comparte el 11% de los hombres.
Esto demuestra que además de las trabas institucionales y de la poca flexibilidad de las empresas, “existen barreras mentales y sociales que apartan a la mujer del mercado de trabajo”, apuntó Laura Baena, presidenta de la asociación.
REPARTO DESIGUAL
Uno de los mitos que desmonta el estudio es el de la corresponsabilidad en el hogar, que está aún muy lejos de ser alcanzada. Así, el 48% de las mujeres declara ser la principal responsable de las tareas domésticas, algo que solo afirma un 10% de los hombres.
Del mismo modo, el 48% se ocupa en exclusiva de la alimentación, frente al 12% de los varones, y un 50% asume de forma principal el cuidado de los hijos, algo que solo hace el 5% de sus parejas.
De hecho, aquellos padres que viven en pareja no asumen ninguna tarea doméstica o relacionada con el cuidado de hijos de manera mayoritaria.
De lo que más se ocupan como encargados principales es de gestionar las cuentas de la casa (36%), de cocinar (29,9%), de hacer la compra (28%) y de bañar a los niños (24%).
Baena destacó que las actividades más habituales de los hombres en el hogar tienen más visibilidad y reconocimiento social que las desarrolladas por las mujeres. Son tareas físicas, previsibles y concretas, con un principio y un fin y menos carga mental, a excepción de llevar las cuentas del hogar, muy ligada a los roles tradicionales de género.
En cambio, ellas son responsables principales de atender los requerimientos escolares de los hijos en un 72,73% de los casos, realizar su seguimiento médico (70%), poner lavadoras (65%) y realizar la lista de la compra (59%). En ninguna de estas tareas hay más de un 10% de hombres a cargo.
“Son acciones que se ven menos, sin horario establecido, con mucho menor reconocimiento y, además, más difíciles de externalizar”, señaló Baena.
Asimismo, lamentó que la corresponsabilidad está lejos de ser una realidad, ya que existen desigualdades en el reparto de tareas antes y después de la llegada de los hijos. "No es verdad que ellas renuncien más porque son las que menos ganan”, subrayó.
Según esta investigación, el 45% de las mujeres que aporta la misma cantidad de dinero a la economía familiar que sus parejas afirma ser la principal responsable de las tareas doméstico-familiares. Sólo en el 9% de los casos lo son sus parejas, mientras que en el 36% restante se gestionan de forma equilibrada.
Estos porcentajes apenas varían si es ella quien más aporta a la economía familiar (son la principal responsable el 44% de las veces) o si, por el contrario, el hombre resulta el proveedor principal (aquí sí superan el 50%).
El estudio 'Somos equipo' también indaga en posibles acciones que contribuirían a cambiar el modelo actual de reparto de responsabilidades y tareas, y propone actuar sobre la educación y concienciación de la sociedad; cambiar los permisos de maternidad y paternidad por permisos iguales e intransferibles; redefinir las jornadas laborales y flexibilizar el trabajo remunerado para que éste deje espacio a otros usos del tiempo.

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