El arzobispo comentó en la homilía de la misa que los cristianos tienen la obligación de entregar el amor que Dios les dio, regalar a los demás ese amor y animó a los presentes a que no se separen de Dios y a que trabajen a su favor, ya que las obras sirven para acercarles a él.
El padre Ángel recordó las palabras que le dijo hace algunos días el obispo de Callao, José Luis del Palacio, cuando visitó la iglesia y afirmó que los pobres "son el tesoro con el que tiene que trabajar la Iglesia", además de recordar al cardenal Tarancón, y le entregó al arzobispo una imagen de la Virgen de Covadonga en agradecimiento de su visita.
Tras terminar la misa, Monseñor Carlos Osoro habló con los fieles participantes en la ceremonia, en especial con algunos de los sintecho que acuden a la iglesia, a los que preguntó por sus circunstancias personales.
Mientras el arzobispo leía los comentarios registrados en el cuaderno de firmas de la iglesia, el fundador y presidente de Mensajeros de la Paz contó que su amigo, el arzobispo Osoro, todavía no ha cogido vacaciones de verano. "No para de trabajar, y hoy ha venido a San Antón porque va a dedicar cada viernes a una obra de misericordia especial, como el Papa", detalló el Padre Ángel.
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