Podrían ser más de 100 los muertos en el atentado contra el convoy de evacuados a las afueras de Alepo

  • El número de heridos gira en torno a los 500, según los 'cascos blancos'
EUROPA PRESS
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Más de un centenar de personas habrían muerto este sábado por la explosión de una bomba detonada contra un convoy de milicias progubernamentales sirias y sus familiares que llevaban desde el viernes bloqueados en Rashidin, a las afueras de la ciudad siria de Alepo, al quedar paralizado en las últimas horas un acuerdo entre Gobierno y rebeldes para intercambiar evacuados.

Defensa Civil Siria, los conocidos como 'cascos blancos', una organización de rescate considerada afín a las milicias rebeldes, ha informado de que los muertos serían al menos 100 y 500 los heridos. Los medios cercanos al Gobierno de Damasco han informado por su parte de al menos 70 fallecidos y 130 heridos.

Las primeras informaciones procedentes de las milicias de Hezbolá (aliadas de Damasco) y de la red de activistas del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos apuntan a que se trata de un atentado suicida con coche bomba dirigido contra un autobús repleto de evacuados de las localidades de mayoría chií --afines al Gobierno-- de Al Fua y Kefraya, en la provincia de Idlib.

Las imágenes en los medios oficiales sirios muestran los momentos inmediatamente posteriores a la explosión, donde se pueden apreciar autobuses con las lunas reventadas y varios cadáveres en torno al epicentro de la detonación.

INTERCAMBIO ENTRE REBELDES Y GOBIERNO

Las víctimas forman parte de un grupo de refugiados procedentes de estas dos ciudades de Idlib, en manos de los rebeldes, que habían aceptado dejar salir a los simpatizantes del Gobierno sirio y garantizarles vía libre a Alepo a cambio de que el Ejército sirio hiciera lo mismo con los rebeldes y sus familiares en esta ciudad.

Sin embargo, las discusiones entre insurgentes y autoridades sobre la inclusión en este acuerdo de la ciudad de Zabadaya, en el sur del país, ha provocado que todas las operaciones de evacuación e intercambio quedaran suspendidas, lo que había dejado a miles de personas en tierra de nadie desde el viernes.

Horas después de las explosiones medios afines a Damasco han informado de que los autobuses del convoy que n ose han visto afectados han comenzado de nuevo a moverse y han penetrado finalmente en Alepo tras cruzar la línea del frente que separa los territorios controlados por el Ejército y los controlados por los rebeldes sirios.

Mientras, vecinos y milicianos de Madaya esperaban en un garaje para autobuses de Ramusa, controlada por el Gobierno, y pudieron escuchar perfectamente la detonación a pesar de estar a varios kilómetros. Los autobuses de Madaya esperan la luz verde para cruzar también el frente y alcanzar Idlib, bajo control rebelde.

Desde Ramusah han reconocido que ahora temen que se produzcan ataques de represalia de las fuerzas gubernamentales y han publicado incluso un comunicado en redes sociales pidiendo la intervención de las organizaciones internacionales para evitar un empeoramiento de la situación.

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