25 años del atentado de Vic: Gobierno y Generalitat homenajean "sin fisuras" a las víctimas

  • El atentado provocó diez muertos, cinco de ellos menores. 

    El ministro en funciones escenifica en Cataluña la "unidad política ante el terror". 

Puigdemont y Fernández Díaz homenajean a las víctimas de ETA en Vic ante 400 personas
Puigdemont y Fernández Díaz homenajean a las víctimas de ETA en Vic ante 400 personas
EUROPA PRESS
Luz Sela/Agencias

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, han presidido este domingo a mediodía en Vic un homenaje a los 10 muertos en el atentado de ETA en la casa-cuartel de la Guardia Civil en la ciudad, del que se cumplen 25 años. 

Ha sido un acto sobrio, introducido brevemente por música de cámara y en el que ha hablado primero la alcaldesa, Anna Erra, que ha aludido a la biblioteca que se instalará en el solar que ocupó la casa-cuartel; y después ha habido discursos de Fernández Díaz y de Puigdemont.

Junto a ellos han estado los consellers de Interior y de Justicia del Govern, Jordi Jané y Carles Mundó; la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, y el vicepresidente primero del Parlament, Lluís Corominas.

También han estado el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; el inspector general del Ejército, el general Ricardo Álvarez-Espejo, y el director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle.

 Fernández Díaz ha subrayado que el acto de hoy se celebre desde "la unidad política sin fisuras ante el terror".

Puigdemont, por su parte, ha asegurado que "el crimen de Vic, los nombres y edades de cada víctima y sus esperanzas no las borrará nunca ninguna tregua, ningún desarme ni ninguna disolución"Diez muertos, un condenado fuera de prisión 

El atentado contra la casa cuartel de Vic (Barcelona) dejó diez muertos-cinco de ellos niños- y más de 40 heridos, y respondió, según las investigaciones, a una orden de la dirección de colocar a Cataluña en el punto de mira, meses antes de celebrar los Juegos Olímpicos. 

El atentado se produjo en un año especialmente sangriento, con 46 asesinatos. La investigación permitió la detención de tres terroristas, de los que solo uno, Juan José Zubieta, fue juzgado. Ante el abogado de la acusación afirmó que no era "problema" de la banda "que los guardias civiles utilicen a los niños como escudos humanos". 

Zubieta fue condenado a 1311 años de cárcel, aunque, en 2013, salió de prisión tras serle aplicada la doctrina Parot. 

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