Rebeldes yemenitas y tropas del gobierno prometen respetar tregua iniciada esta madrugada

Los rebeldes hutíes y las fuerzas leales al gobierno en Yemen se comprometieron la madrugada del lunes a respetar la tregua iniciada a medianoche bajo auspicio de Naciones Unidas y que aspira a preceder una negociación de paz dentro de una semana.

"La tregua entró en vigor y vamos a respetarla (...) a menos que los rebeldes (chiitas) hutíes la violen", dijo el jefe de Estado Mayor de las fuerzas gubernamentales, Mohamed Ali al Makdashi poco despues de la medianoche de domingo a lunes (21h00 GMT del domingo) hora de inicio de la tregua.

El militar advirtio sin embargo que "por lo general, los hutíes no respetan las treguas, pero esperamos que esta vez lo hagan", dijo, refiriéndose a los rebeldes que controlan la capital Sana y parte del norte y oeste del país.

Entretanto los huties y sus aliados, los militares leales al ex presidente Ali Abdalá Saleh, difundieron un comunicado anunciando que también se comprometian a respetar el alto el fuego.

En el anuncio, divulgado por la agencia de prensa Saba, los rebeldes dijeron haber enviado una carta a la ONU en la que anuncian "cesar las operaciones militares terrestres, marítimas y aéreas".

Los hutíes entraron en septiembre de 2014 en Saná, la capital. Arabia Saudita, con población de mayoría sunita, acusa a estos insurgentes de tener vínculos con Irán, un país chiita.

El conflicto se ha agravado con la intervención en marzo de 2015 de una coalición militar árabe liderada por Riad en apoyo al gobierno yemenita reconocido por la comunidad internacional y presidido por Abd Rabbo Mansour Hadi.

Entretanto, los yihadistas de Al Qaida y los del grupo Estado Islámico (EI) han aprovechado este caos para reforzarse en el sur y el sureste de Yemen.

Durante el domingo hubo esporádicos combates en torno a Sarwah, al este de Saná, y en la región de Nahm, al noreste de la capital, informó un corresponsal de la AFP.

Pero los combates parecen haber bajado de intensidad a pocas horas del alto el fuego, según fuentes coincidentes.

En la capital, controlada por los rebeldes, la situación era de tranquilidad. La población pasó la noche sin el ruido de los aviones de la coalición que habían multiplicado en las últimas semanas los bombardeos y los vuelos sobre la ciudad, según un fotógrafo de la AFP.

El mediador de la ONU para el Yemen, Ismail Uld Cheij Ahmed, anunció el 23 de marzo "un cese de hostilidades en todo el país a partir del 10 de abril a medianoche, antes de una nueva sesión de negociaciones de paz el 18 de abril en Kuwait".

Esta nueva tregua tiene más posibilidades de éxito que las anteriores, estiman los expertos. Además de la disminución de combates, hutíes y saudíes han intercambiado en marzo prisioneros al amparo de inéditas negociaciones sobre una tregua humanitaria en la frontera.

"Por primera vez, quienes pueden poner fin a las grandes operaciones militares, en especial saudíes y hutíes, parecen más dispuestos a hacerlo" afirma April Longley Alley, especialista del Yemen en el International Crisis Group (ICG).

Pero varios ciudadanos yemenitas, decepcionados por los precedentes fracasos, son escépticos sobre las reales posibilidades de un alto el fuego.

"No creo que se imponga una tregua. Los hutíes nunca han honrado sus compromisos en las guerras contra el Estado desde 2004" declara a la AFP Zayed al Qaissi, habitante de Marib.

En Saná, se duda en cambio de la sinceridad de los saudíes. "Arabia Saudita siempre se anda con dilaciones, con engaños. Debemos estar alertas" afirma Ali Mohsen, un funcionario de 50 años.

Según la ONU, el conflicto en Yemen ha causado desde marzo de 2015 6.300 muertos, la mitad de ellos civiles, y 30.000 heridos.

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