No hay nada mejor que hacer una buena obra. Jerry Romine, de West Des Moines, estaba paseando a su propio perro cuando observó a un perro que luchaba por mantenerse a flote en un helado río Iowa. Rápidamente avisó a los servicios de emergencia.
Sam, un Labradoodle de 13 años, luchaba por salir del fría agua pero su avanzada edad (13 años) y las gélidas temperaturas se lo impedían.
Romine le dijo al Des Moines Register que los gritos de ayuda del perro "hicieron que mi sangre se encogiese". "El peor ruido que se podía oír de un animal", dijo. "Cada vez que me iba y no podía verme, era cuando empezaba a entrar en pánico ya aullar".
Tras la escena, los servicios de emergencia se presentaron en la escena y comenzaron el rescate.
Todo acabó en final feliz
Sam fue llevado al Centro Veterinario de Winterset, donde fue envuelto en mantas para que se recuperara. "El animal estaba en estado de shock y no era capaz ni de temblar", afirmó el veterinario.
El dueño de Sam llamó para agradecer a Romine y proporcionó una foto del cachorro descansando en su casa.
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