Trump puede intentar capitalizar los ataques a los policías, pero a un riesgo alto

Aunque disfruta enseñar en una escuela rural en Luisiana, el racismo metastásico de la región lo hace añorar su Nueva York natal. Ahora Jared Hymowitz teme que la muerte de ocho policías este mes a manos de separatistas negros empuje a los votantes blancos a los brazos de Donald Trump.

El recién investido candidato republicano dijo en una entrevista a Fox News que, si es elegido presidente en noviembre, pedirá a la fiscalía que procese a los activistas negros que protestan contra la violencia policial en Estados Unidos.

"Los he visto marchando en las calles básicamente pidiendo la muerte de los policías", dijo Trump sobre el movimiento Black Lives Matter (BLM, las vidas de los negros importan).

Este comentario vino un día después de que Gavin Long, un separatista negro, emboscara y asesinara a tres policías el domingo en Baton Rouge, la capital del estado sureño de Luisiana.

El ataque fue perpetrado por un lobo solitario, sin vínculos con organizaciones. También actuó solo el atacante que el 7 de julio mató a cinco policías durante una protesta de BLM en Dallas, Texas, también en el sur del país.

Por eso este movimiento pacífico hace malabares para desmarcarse de ambas tragedias.

No obstante, Hymowitz teme que estos esfuerzos sean inútiles y que Trump haya llegado al corazón de la base racista de Estados Unidos.

Sudando bajo un calor de más de 40°C que aplastaba cualquier entusiasmo, unas 200 personas acudieron a un acto el miércoles en la Universidad de Luisiana en repudio al ataque en Baton Rouge.

Allí, Hymowitz dijo a la AFP que los problemas raciales siempre han estado presentes, "sólo que ahora han sido desvelados".

"Lo que Donald Trump está haciendo es remover las cosas para que el racismo que siempre estuvo allí salga ahora a la superficie", comenta este maestro de 28 años, caminando hacia la sombra de un roble para burlar el calor.

Según expertos, este tipo de tragedias en efecto generan temores en la población que bien podrían llevar a Trump a la Casa Blanca. La ansiedad es la aliada del magnate inmobiliario. Y comentarios como el que hizo sobre BLM pueden ser una forma de capitalizar este estado de tensión a su favor.

"Donald Trump está intentando convertir el pánico que genera la violencia, en particular la violencia contra la policía, en una forma de atraer a los votantes blancos", dice a la AFP Mark Naison, profesor de historia de la Universidad Fordham en Nueva York.

No sería la primera vez que algo así ocurre. Luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la popularidad del entonces presidente republicano George W. Bush alcanzó un pico de 90%, según Gallup.

Yendo un poco más atrás, episodios como los disturbios raciales de 1965 en Los Ángeles inclinaron a la población hacia la derecha política y explican en parte la victoria en 1968 del republicano Richard Nixon, quien prometía mano dura para combatir la inestabilidad en las calles.

"El ataque a los policías y su conexión con BLM sí ayuda a Donald Trump", dice a la AFP el profesor Michael Heaney, de la Universidad de Michigan, "porque sugiere que las preocupaciones (de los simpatizantes) son válidas".

"No obstante, diría que son incidentes que polarizan, que ayudan a ambas partes", matiza.

Los expertos concuerdan en que esta estrategia es peligrosa para Trump.

"Los ataques también podrían movilizar hacia el otro lado", el de la candidata demócrata Hillary Clinton, explica Heaney. La gente "puede pensar que se debe hacer algo para detener la matanza de policías".

En el mismo sentido, el profesor Naison piensa que a Trump le puede salir el tiro por la culata si insiste en el camino de la polarización.

"La población está tan asustada que quiere que la gente intente calmar los ánimos en lugar de agitarlos", dice a la AFP.

Por eso su riesgo es calculado, pero alto. Trump cuenta "con que haya suficientes blancos enojados y resentidos con los negros, los latinos y los musulmanes que lo puedan llevar a la presidencia", prosigue. "Pero no son la mayoría".

Un estudio del centro de investigación Pew publicado el 8 de julio, aunque llevado a cabo antes de los ataques a los policías, mostró que cerca de dos tercios de los demócratas (64%) apoya el movimiento BLM, mientras sólo 20% de los republicanos se dicen a favor.

En general, cuatro de cada diez estadounidenses apoya al movimiento en protesta contra la violencia policías, añade el estudio.

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