El gobierno estadounidense ordenó el martes a familiares de militares y diplomáticos que abandonen el sudeste de Turquía y recomendó en general no viajar a esa región a causa de la amenaza terrorista.
"El departamento de Estado advierte a los ciudadanos estadounidenses acerca de las crecientes amenazas terroristas en Turquía y (pide) que se eviten los viajes al sudeste de Turquía", según un comunicado.
"Los turistas extranjeros y estadounidenses fueron blanco explícito de organizaciones terroristas internacionales y locales", recuerda.
El departamento de Estado pide además a familiares de diplomáticos que tienen cargos en el consulado de Adana, en el sudeste de Turquía, y a las de funcionarios estadounidenses en las provincias de Izmir y Mugla que abandonen la región.
El Pentágono pide asimismo a las familias de militares estacionados en las regiones de Adana, Izmir y Mugla que dejen esos lugares.
Según los militares estadounidenses, la orden de partida atañe a cerca de 670 personas, de un total de 770 allegados a los militares estadounidenses desplegados actualmente en Turquía.
Un atentado con coche bomba en Ankara, reivindicado por un grupo kurdo, dejó 36 muertos el 13 de marzo. Y un atentado suicida el 19 de marzo en pleno corazón de Estambul, atribuido a yihadistas del grupo Estado Islámico, costó la vida a cuatro turistas.
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