Los datos son realmente alarmantes. Cada seis meses 50.000 niños pasarán a engrosar la triste lista de niños que sufren acoso escolar en nuestro país, 100.000 al año.
De seguir esta tendencia, según un estudio realizado por el Instituto de Matemática Multidisciplinar de la UPV dentro de cuatro años, en 2020, en España habrá 400.000 nuevos casos de bullying entre jóvenes de 12 y 18 años.
Una de las razones de este espectacular aumento es la reacción de los niños ante los casos de acoso en el colegio. Según el estudio se pueden clasificar en cuatro grupos según el rol que desempeñan en clase.
Por un lado tenemos a los agresores que, el estudio cuantifica en 725.530 (el 18,38 % de los alumnos), 833.353 (21,11%) ejercerían de cooperadores, el mayor porcentaje es el de los indiferentes, 1.232.196 (49,20%) mientras que sólo 388.072 escolares (9,83%) están clasificados como defensores de los agredidos.
Unos números que muestran la soledad de las víctimas y que no ayudan a erradicar el bullying en las aulas. El estudio que han realizado los investigadores del área de matemáticas de Universidad Valenciana, permite conocer la evolución de cada uno de los grupos poblacionales cada seis meses y, según se desprende de la aplicación del modelo, de aquí a 2020 se producirían cerca de 100.000 nuevos casos de acoso escolar cada año "si nada cambia respecto al entorno legal en los centros y la actitud de los mismos hacia el problema", concluye Jódar, uno de los autores del estudio.Problema oculto
Jodar señala también que con el acoso escolar pasa como con el maltrato y, por desgracia, la víctima no siempre denuncia. Por eso se calcula que hay muchos más casos que permanecen en silencio. Además, el niño acosador no suele cambiar su comportamiento con la edad, todo lo contrario y existe una enorme probabilidad de que mañana maltrate a su pareja o ejerza esa violencia contra la sociedad.
Peor parte se lleva la víctima de acoso, porque la huella de la humillación, el daño psicológico, perdura durante todo la vida.
Para los autores de este estudio el bullyin es un problema muy grave en nuestro país y al que no se le presta la suficiente atención. Muchos responsables de centros educativos y profesores ocultan los casos de violencia para evitar una mala publicidad sobre sus centros.
Además, aseguran, tampoco existe cobertura legal para los casos de acoso escolar. Pero es el momento de tomar medidas para evitar que en muy poco tiempo el bullying se convierta en una lacra social en nuestro país. En muchos casos bastaría con colocar un cartel en los centros escolares pidiendo a todos los que conozcan algún caso que lo denuncien.
Medidas muy sencillas y que pueden ayudar a frenar los casos de acoso y así no llegar a las alarmantes cifras de Francia, donde, cada año, 700.000 niños sufren acoso escolar.
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