Al Asad asegura que hay presión para luchar en el Golán y rechaza renunciar

  • El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró hoy que no renunciará a sus poderes y que podrá presentarse a las elecciones de 2014, al tiempo que advirtió a Israel de que hay "una presión popular clara para abrir el frente del Golán".

Beirut, 30 may.- El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró hoy que no renunciará a sus poderes y que podrá presentarse a las elecciones de 2014, al tiempo que advirtió a Israel de que hay "una presión popular clara para abrir el frente del Golán".

En una entrevista difundida por la televisión libanesa Al Manar, Al Asad señaló que hay "mucho entusiasmo, incluso en el mundo árabe" de combatir en el Golán y de respaldar allí al Ejército sirio.

El mandatario dijo responderá de forma "estratégica" al próximo ataque israelí, en alusión a los supuestos bombardeos contra instalaciones militares, de los que Israel no se ha responsabilizado.

Al Asad también afirmó que no renunciará a sus poderes, como exige la oposición, y que si el pueblo lo desea se presentará a la reelección en 2014.

Al Asad ha rechazado el planteamiento de la oposición y sus aliados de "un gobierno interino con un presidente que no desempeñe ningún papel", porque contradice la Constitución siria.

Este es uno de los asuntos a tratar en la Conferencia de Ginebra II, que, en su opinión, tiene "una gran probabilidad de fracasar", y como todo lo propuesto o acordado en ella, deberá presentarse a plebiscito.

"El fracaso de la conferencia no cambiará mucho la situación dentro de Siria, ya que las bandas no cesarán en su sabotaje", agregó.

En cuanto a su salida, como también pide la oposición, indicó que "la partida o permanencia del presidente está vinculada al pueblo sirio".

Durante la entrevista con Al Manar, Al Asad subrayó que la guerra que tiene lugar en su país es para salvaguardar la nación y no un puesto y que los rebeldes han fracasado.

"Hemos derrotado a los rebeldes, por una parte, y por la otra, ellos mismos perdieron porque no supieron estimar bien la situación", provocando que la balanza se inclinara a "favor de las fuerzas armadas", añadió.

Sobre la implicación del grupo libanés Hizbulá en la guerra, aseguró que los milicianos de este movimiento chií no es para defender al régimen sirio sino para luchar contra "el enemigo y sus agentes en Siria y el Líbano".

Al respecto explicó que los combates en la ciudad de Al Quseir -blanco de una ofensiva del régimen y de Hizbulá- están "relacionados con Israel, cuyo objetivo es sofocar la resistencia por tierra y mar."

Además, insistió en que lo que sucede en su país es "una guerra mundial contra Siria y la política de la resistencia (contra Israel)", pero destacó que confía en que saldrán "victoriosos".

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