Las autoridades sostienen que a consecuencia directa de los temblores murieron 48 personas y otras 11 lo hicieron de forma posterior, entre ellos varios evacuados. Este mismo sábado, ha muerto en el hospital una mujer de unos 70 años, según informa la cadena nipona NHK.
Una de las recomendaciones de las autoridades a los evacuados es que sean precavidos y estén atentos ante posible fatiga, empeoramiento de enfermedades de salud ya existentes o trombosis venosa profunda, conocida como 'síndrome de la clase turista'. Aún hay dos desaparecidos tras los seísmos.
Desde que tuvo lugar el terremoto del pasado sábado --que siguió a otro también muy potente dos días antes--, se han registrado al menos 800 réplicas tanto en Kumamoto como en la prefectura de Oita. La Agencia Meteorológica está pidiendo a los habitantes de estas zonas que se mantengan alerta ante posibles temblores más potentes, así como ante el riesgo de que algunas áreas tengan lugar deslizamientos de tierra.
Según los datos oficiales, más de 5.000 viviendas y edificios han quedado arrasados o dañados en las dos prefecturas. Los voluntarios están ayudando a los supervivientes desde el pasado jueves en la localidad de Mashiki, donde desde un principio repartieron agua y suministros necesarios.
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