Alemanes y holandeses, los europeos que más turismo de salud buscan en españa


Alemanes, holandeses, ingleses y suizos son los europeos que más viajan a España por turismo de salud, "un nicho de mercado" aún en expansión que en la actualidad mueve a unos nueve millones de europeos, principalmente de mediana edad, para recibir tratamientos cosméticos y de bienestar, aunque también puramente médicos.
Así lo pone de manifiesto el informe 'Turismo de Salud en España', elaborado por la Escuela de Organización Industrial (EOI), con la cofinanciación del Fondo Social Europeo y la Secretaría de Estado de Turismo y presentado este jueves en Madrid.
El trabajo analiza la situación actual del turismo de salud en España y su potencial desarrollo, describiendo para ello las relaciones entre la oferta de salud española y la demanda turística internacional.
El estudio, realizado por Jesús Canet, gerente de Desarrollo de Negocio de Auren Consultores, identifica los recursos disponibles en España, los principales mercados competidores y la demanda potencial de turistas de salud extranjeros.
En la presentación del informe, Canet indicó que Alemania, Holanda, Reino Unido y Suiza son en este momento los principales países demandantes de turismo de salud, sobre todo de tratamientos "voluntarios" y "poco necesarios", relacionados, principalmente, con la cosmética y el bienestar.
No obstante, prosiguió el autor del trabajo, estos usuarios buscan también tratamientos odontológicos (sobre todo los ingleses), y traumatológicos (colocación de prótesis de rodilla y cadera por parte de los alemanes).
Tras alemanes, holandeses, anglosajones y suizos se sitúan los rusos y los pacientes procedentes de países árabes, que tienen un perfil socioeconómico medio o medio alto y que ansían, como los del grupo anterior, mucha cosmética y bienestar.
Además de estos países, figuran en las tablas de demandantes de turismo de salud franceses e italianos, que quieren, sobre todo, tratamientos de reproducción asistida.
PERFIL
Con estos datos sobre la mesa, el informe señala que el turista de salud es un ciudadano de mediana edad, mayor generalmente de los 50 años, con un poder adquisitivo medio o alto, que prioriza seguridad y calidad, aunque, evidentemente, también busca buen precio, y que huye de las listas de espera de su país. Suele conocer España y también su sistema sanitario.
Si bien este turista demanda fundamentalmente tratamientos de bienestar (balnearios o spa), se desplaza también por cuestiones médicas que, en ocasiones, se complementan también con ese bienestar (estancia en un balneario tras una operación de rodilla, por ejemplo).
En menor medida, el turista de salud es también un ciudadano joven en busca de descendencia que viaja a otros países para someterse a tratamientos de reproducción asistida.
Con estos mimbres, el autor del estudio señala que la principal conclusión es que "Europa es el gran cliente diana" de este tipo de turismo, que, en opinión de la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, y de la de Turismo, Isabel Borrego, representa "una oportunidad" para España que el país tiene que saber aprovechar.
Eso sí, precisó Farjas, el turismo de salud representa una oportunidad de negocio con la que no debe competir el sector público español, que sí ha de aprovechar, sin embargo, las sinergias existentes con el sector privado.

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