CUATRO ALUMNAS DE LA UPM REPRESENTARÁN A ESPAÑA EN LA FASE FINAL DEL CONCURSO JAMES DISON DE DISEÑO INDUSTRIAL

Cuatro alumnas de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) son las ganadoras de la edición española del Premio James Dyson dirigido al fomento del diseño y la innovación entre estudiantes, gracias a su proyecto que idea un dispositivo que reutiliza las aguas 'grises' del lavabo en el inodoro.
Denominada 'Re-Water', su propuesta competirá el día 27 de octubre en la fase internacional del concurso, en el que participan estudiantes de ingeniería o diseño industrial de un total de 18 países. Sus responsables son Marina Vázquez Alija, Laura Millán Mayral, Laura Verastegui Tejero y Sahar Bencherif Herrero, estudiantes todas ellas en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la UPM.
Según explican las alumnas, este dispositivo utiliza el agua desperdiciada del lavabo y la dirige hacia un depósito de 'aguas grises'. En él se filtra y desinfecta para posteriormente ser clorada y coloreada siguiendo la normativa.
A continuación, el agua tratada se almacena en un depósito para su uso en la cisterna de los inodoros mediante el transporte a través de una tubería; se suministra de forma automática y está completamente conectada para un uso independiente. El equipo realiza de forma diaria y automáticamente un ciclo de limpieza de las bombas, recirculando las aguas limpias acumuladas. De esta forma, se evita la generación de malos olores en el depósito de 'aguas grises' si estas permanecen largos periodos de tiempo almacenadas.
Lo que diferencia fundamentalmente a 'Re-Water' de otros dispositivos es el hecho de que puede trasladarse fácilmente y usarse en cualquier tipo de baño con una sencilla instalación, ya que cuenta con un funcionamiento independiente de todo el mobiliario, subrayaron las estudiantes. Además, prosiguieron, se trata de un producto personalizable y que no altera la armonía de cada baño, sino que se acopla como un elemento más.
Asimismo, explicaron que la idea de este diseño surgió a raíz de un proyecto de clase en el que tuvieron que pensar una serie de problemas que hubiese en la actualidad y buscarles soluciones factibles. “Todas estábamos muy concienciadas sobre el problema de la falta de agua potable y su desperdicio”, apuntan.
“Una vez que tuvimos la idea, decidimos seguir adelante con el proyecto, indagamos y descubrimos que no existían soluciones para nuestro problema”.

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