Amantes de las aves encontraron el paraíso en ruta nororiental de Perú

  • La dureza de la ruta, las prisas para cumplir con los tiempos pactados, los despertares al amanecer y las largas jornadas en el campo pusieron a prueba la pasión de los especialistas en avistamiento de aves que compitieron en la segunda edición del "Birding Rally Challenge", en el norte de Perú.

Diana León Banda

Tarapoto (Perú), 19 jun.- La dureza de la ruta, las prisas para cumplir con los tiempos pactados, los despertares al amanecer y las largas jornadas en el campo pusieron a prueba la pasión de los especialistas en avistamiento de aves que compitieron en la segunda edición del "Birding Rally Challenge", en el norte de Perú.

"Es una obsesión mezclada con afición, emoción y motivación", sostuvo a Efe el guía del equipo brasileño, Renzo Zeppilli, quien señaló que todos forman parte de "la misma tribu" debido a su gran afición.

En esta competición, que se basa en el honor de los participantes que ven o escuchan a los plumíferos y que no tienen necesidad de mostrar pruebas al jurado, los especialistas cumplieron su sueño de tener al frente, casi siempre a vuelo de pájaro, a llamativas y coloridas aves en magníficos escenarios naturales.

En el recorrido de este año, que tras ocho días de duración culminó el último martes, se pudo observar en total 864 especies de pájaros, 34 de ellos endémicos.

La pasión, la constancia y la fascinación de ornitólogos, biólogos y naturalistas de Estados Unidos (Tigrisomas y eBirders), España (Tramuntana), Sudáfrica (Zululanders), Brasil (Ararajuba) e Inglaterra (Forest Falcons) fue el principal motor del rally.

Los equipos conformados por cuatro expertos extranjeros junto a un guía peruano debían diseñar libremente su estrategia día por día para cubrir la ruta trazada por la organización, con la ayuda de un vehículo a su disposición que los trasladó desde la costa, cruzó los Andes y culminó en la selva, además de utilizar otros medios poco convencionales como la llamada balsa cautiva (una plataforma de madera flotante apoyada por motores).

Los más fuera de serie de la competencia eran los sudafricanos, quienes muchas veces se treparon al techo de su vehículo para buscar desde ahí a las aves, mientras que los españoles y los brasileños irradiaban gran energía y alegría tras las largas y agotadoras jornadas de avistamiento.

Por su parte, los estadounidenses y los ingleses eran los más metódicos de la competencia, algo que según dijo a Efe el capitán de los Tigrisomas, Glenn Seeholzer, fue básico para triunfar por segundo año consecutivo en este desafío.

Las bellas especies como los tucanes o guacamayos que impresionaban a los participantes por sus colores vibrantes, su rareza y sus trinos, que muchos replicaban con silbidos o reproduciéndolos en sus iPads para atraerlas, permanecían en la mira de estos fanáticos de las aves.

"Los brasileños nunca habían visto cóndores y se pusieron a llorar de la emoción... Los vimos volando perfectamente y mostraban toda la parte blanca encima de las alas. El collar se veía en contraste con el cielo. Fue un momento mágico", relató Zeppilli.

El brasileño Carlos Gussoni recordó que sus lágrimas continuaron al poder observar por primera vez durante unos preciados momentos al colibrí pico de sable (ensifera ensifera), cuyo principal atributo mide 10 centímetros, y al que no había podido ver en sus otros tres viajes anteriores a la zona de Amazonas.

Al estar inmersos en quebradas, cañones, bosques y otros entornos, los observadores de aves agudizaron su vista, oído y paciencia hasta confundirse con las aves en un mismo canto.

La fugacidad de esta afición hizo que todos los esfuerzos de la ruta hayan valido la pena para los expertos con tal de ver a sus soñados animales, los cuales identificaban de memoria o con la ayuda de un libro que se convirtió de culto durante esta competencia: Aves del Perú.

Por otro lado, la ausencia de mujeres entre los competidores marcó un ambiente distendido pero muy comprometido con el rally, que se evidenció en un compañerismo casi fraternal donde los especialistas por momentos volvían a ser niños cuando hablaban de su amor por las aves e intercambiaban conocimientos.

"Es una competencia amigable, cuando encontramos algo muy bueno le avisamos a los otros equipos. Es normal para los 'birdwatchers'", indicó Daniel Lane, integrante de los Tigrisomas y uno de los autores de Aves del Perú.

En el rally, todos los expertos se sintieron ganadores al tener la oportunidad de apreciar a los pájaros en sus ricos y diversos entornos, y tuvieron a la ciudad selvática de Tarapoto, en la región San Martín, como escenario final de su travesía, tras recorrer Lambayeque, Cajamarca y Amazonas.

Perú es el segundo país con mayor diversidad de aves en el mundo al superar las 1.800 especies, sólo por detrás de Colombia.

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