Amato: Iglesia necesita santidad para contrarrestar inmoralidad y corrupción

  • El delegado del papa Francisco, Angelo Amato, ha subrayado hoy que la Iglesia y el mundo necesitan "santidad" para contrarrestar "la contaminación de la inmoralidad y de la corrupción".

Madrid, 27 sep.- El delegado del papa Francisco, Angelo Amato, ha subrayado hoy que la Iglesia y el mundo necesitan "santidad" para contrarrestar "la contaminación de la inmoralidad y de la corrupción".

Así se ha pronunciado el prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos durante la homilía en la ceremonia de beatificación de Álvaro del Portillo, sucesor de Josemaría Escrivá de Balaguer al frente del Opus Dei.

"La Iglesia y el mundo necesitan del gran espectáculo de la santidad, para purificar, con su aroma agradable, las miasmas de los muchos vicios alardeados con arrogante insistencia. Ahora más que nunca necesitamos una ecología de la santidad, para contrarrestar la contaminación de la inmoralidad y de la corrupción", ha subrayado Amato.

Así, ha señalado que "los santos nos invitan a introducir en el seno de la Iglesia y de la sociedad el aire puro de la gracia de Dios, que renueva la faz de la tierra".

Amato ha dedicado buena parte de la homilía a recordar la figura del nuevo beato. "Son muchas las virtudes -como la fe, la esperanza y la caridad- que el beato Álvaro vivió de modo heroico", pero entre ellas destaca de manera "extraordinaria" la humildad como "instrumento indispensable para la santidad".

"Amaba la vida oculta de Jesús y no despreciaba los gestos sencillos de devoción popular, como, por ejemplo, subir de rodillas la Scala Santa en Roma", ha recordado.

Además, ha subrayado que "huía de todo personalismo", porque transmitía la verdad del Evangelio y la integridad de la tradición, no sus propias opiniones y destacaba por la prudencia y rectitud al valorar los sucesos y las personas.

"Para él, la humildad era el hogar de la caridad San Agustín. Repetía un consejo que solía dar el fundador del Opus Dei, citando unas palabras de San José de Calasanz: 'Si quieres ser santo, sé humilde; si quieres ser más santo, sé más humilde; si quieres ser muy santo, sé muy humilde'", ha señalado.

Se ha referido a sus compañeros de estudios quienes, además de destacar su extraordinaria inteligencia, subrayaban "su sencillez, la inocencia serena de quien no se considera mejor que los demás. Pensaba que su peor enemigo era la soberbia".

"Para don Álvaro, la humildad era la llave que abre la puerta para entrar en la casa de la santidad, mientras que la soberbia constituía el mayor obstáculo para ver y amar a Dios", ha destacado.

Por su parte, arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela ha destacado la bondad, la serenidad y el buen humor del beato, que es "particularmente nuestro" y "nos bendice especialmente del cielo" porque nació en esta ciudad.

Rouco ha recordado que Del Portillo cursó en Madrid la carrera de ingeniero de caminos y fue evangelizador de los más pobres en las chabolas de una ciudad en proceso de expansión urbana y demográfica en el que se reflejaban los graves problemas sociales, humanos y religiosos de una época -la primera mitad del siglo XX-.

También en Madrid y en los "convulsos" años de la guerra civil, tuvo ocasión de dar testimonio de su amor y fidelidad a Cristo, tanto en una "difícil y arriesgada labor de catequesis" como en los meses que pasó encarcelado, ha añadido.

"Nos enorgullecemos de su fiel ayuda a san Josemaría Escrivá Balaguer en la difusión del mensaje del Opus Dei por todo el mundo y de su contribución al Concilio Vaticano II" y de su "ejemplar talento en sucederle con humildad y fidelidad".

El prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, ha señalado que la trayectoria de Del Portillo muestra que el "cumplimiento cabal de los propios deberes marca el camino" de la santificación personal, "la senda que conduce a la plena unión con Dios, a la que todos debemos aspirar".

El prelado ha agradecido especialmente a Benedicto XVI por haber abierto el camino de la beatificación con el reconocimiento de las virtudes heroicas de Del Portillo, y a Rouco Varela, que "con tanto interés" ha seguido el proceso de la causa a lo largo de estos años".

Mostrar comentarios