Amistad y violencia, contenidos más presentes en el universo animado de disney


Amistad y violencia son los temas más presentes en los trabajos de animación de Disney y Pixar , según un estudio elaborado por la profesora e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid Leticia Porto.
Esta experta ha analizado el contenido de 12 largometrajes de animación digital y ha clasificado a 160 personajes en unas 150 categorías. La amistad (21,4%) y la violencia (16,6%) son los aspectos más comunes, mientras los actos humildes, la rectificación y las mentiras los menos frecuentes.
El trabajo también refleja la alta representación de los personajes masculinos (62%), frente a los femeninos (21,5%). Sin embargo, la autora dice que se constata cierto cambio de tendencia, ya que “podríamos hablar de una nueva concepción de heroínas menos frágiles y más guerreras como Helen, en ‘Los Increíbles’’; Roz, la funcionaria de ‘Monstruos S.A’, o Holley, la espía de ‘Cars 2’”, afirma Leticia Porto.
Porto afirma que “cuando pensamos en materiales audiovisuales infantiles solemos imaginarnos historias llenas de fantasía, con personajes divertidos que entretienen a los niños, sin más”. Sin embargo, es frecuente que la trama de estas películas se desencadene a partir de la presencia de determinados “conflictos emocionales”, como denomina la investigadora, a los que los personajes de ficción tienen que enfrentarse.
“La partida, el abandono, la separación y, especialmente, la muerte son algunas de esas situaciones complejas que deben afrontar para continuar su camino”, prosigue. “Son esos conflictos emocionales los que enseñan al público infantil cómo superar la adversidad a través de la ficción”.
Leticia Porto reflexiona sobre el tipo de sociedad en el que vivimos, en la que apenas se tratan estos “conflictos emocionales” con los más pequeños. “Las pantallas hablan todo el tiempo a los niños de la supervivencia, de la muerte, del dolor… mientras que en la vida real, muchos de estos temas se evitan en las familias. Cuando preguntamos a los niños sobre la muerte, por ejemplo, nos damos cuenta de que ellos necesitan expresarse sobre estas emociones”, afirma esta investigadora. Parece que el papel que ocupan las pantallas en nuestros días en cuanto a la educación sobre este tipo de emociones relega a un papel más secundario a los agentes tradicionales de la socialización como son la familia y la escuela.

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