Amnistía fiscal marroquí hace aflorar 2.500 millones de euros del exterior

  • La amnistía fiscal decretada por Marruecos durante el pasado 2014 ha permitido sacar a la luz 27.850 millones de dirhams, equivalentes a 2.500 millones de euros, cinco veces más que las previsiones establecidas hace un año.

Rabat, 7 ene.- La amnistía fiscal decretada por Marruecos durante el pasado 2014 ha permitido sacar a la luz 27.850 millones de dirhams, equivalentes a 2.500 millones de euros, cinco veces más que las previsiones establecidas hace un año.

En una rueda de prensa convocada para ofrecer los resultados de esta novedosa medida para animar a la repatriación de bienes marroquíes en el extranjero, el ministro de Finanzas, Mohamed Busaíd, declaró que el volumen recaudado "da fe de la confianza de los marroquíes residentes en el extranjero en el proceso de desarrollo en Marruecos".

Se han acogido a la amnistía fiscal 18.973 personas, que han declarado, casi a partes iguales, bienes inmuebles (9.500 millones de dirhams), activos financieros (9.870 millones) y bienes líquidos (8.420 millones).

A título comparativo, Túnez aplicó una amnistía con condiciones similares en 2007 y solamente recaudó 12 millones de euros y Bélgica logró recaudar 145 millones entre 2006 y 2009, mientras que Italia, el caso más exitoso, hizo aflorar 5.600 millones de euros, según las cifras del ministerio marroquí.

Las condiciones de esta amnistía fiscal eran las siguientes: los titulares de bienes inmuebles o activos financieros pagan un 10 % del valor declarado de adquisición, porcentaje que baja a la mitad (5 %) para el caso de los bienes líquidos en cuentas bancarias en divisas, y de un 2 % del dinero depositado en cuentas convertibles en dirhams.

Con el pago de este "impuesto liberatorio", el declarante se libera así del pago de todo tipo de impuestos posteriores o de sanciones previstas por la ley, que según la ley anterior pasaban por el pago de la cantidad evadida multiplicada por seis y que podían conllevar incluso prisión de entre uno y cinco años.

El monto de bienes declarados hecho público hoy convierten al caso marroquí en excepcional dentro de África, un continente particularmente afectado por la evasión fiscal.

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