Aplican en Barcelona una nueva técnica en el tratamiento del cáncer pleural

Barcelona, 16 oct.- El Hospital de Barcelona, una clínica privada creada en 1989, ha comenzado a aplicar una técnica pionera en España para tratar el mesotelioma pleural maligno (cáncer pleural) que consiste en combinar la cirugía torácica radical (CRS) con la aplicación de quimiohipertermia intratorácica (HITHOC).

Esta técnica, denominada de 'Sugarbaker' e inicialmente descrita para carcinomatosis peritoneal (CP) como cirugía abdominal radical (CRS) y quimiohipertermia peritoneal (HIPEC), es la primera vez que se aplica en cánceres en la cavidad torácica.

Según ha informado el Hospital de Barcelona en un comunicado, el equipo coordinado por los doctores Pedro Barrios, Joan A. Moya y Eugeni Sagí ha sido el primero en España en recurrir a esta técnica para tratar un cáncer pleural.

Se trata de un tratamiento combinado que suma en un mismo acto terapéutico la cirugía radical y la quimioterapia asociada a la hipertermia (a temperaturas de 42,5 grados), administrada directamente dentro de la cavidad que contiene el tumor (abdomen y ahora también tórax).

Según los médicos del Hospital de Barcelona, esta intensificación terapéutica ha demostrado eficacia sobre tumores avanzados y, hasta ahora, tratados con medios paliativos y escasos resultados clínicos, y puede conseguir tasas de supervivencia superiores a las descritas con la aplicación de otros tratamientos convencionales.

Desde hace tres años, el Hospital de Barcelona aplica con buenos resultados ese tratamiento en pacientes con enfermedades malignas del peritoneo.

La experiencia y los buenos resultados clínicos descritos han permitido ampliar su aplicación sobre un paciente afectado por un cáncer en la cavidad torácica, un tipo de patología que se suele diagnosticar en estadios avanzados y a menudo se asocia a mala calidad de vida y supervivencias muy limitadas en el tiempo.

La mayor parte de las personas que desarrollan la mesotelioma pleural maligno han sido expuestas al asbesto.

Pese a que actualmente es una enfermedad poco prevalente, los estudios indican que en los próximos veinte años aumentará su incidencia.