Arabia Saudí ejecuta a un hombre por brujería y a otro por matar a su hijo

Riad, 5 ago.- Las autoridades saudíes ejecutaron hoy a un ciudadano sentenciado a pena de muerte por "llevar a cabo prácticas de brujería", mientras que otro hombre fue ahorcado por matar a su hijo, informó el Ministro saudí de Interior.

El primero de esos hombres había sido detenido por supuestamente hacer brujería el pasado marzo y luego fue investigado por la Justicia y puesto en manos del Tribunal General, que lo condenó a la pena capital.

La sentencia fue ratificada por el Tribunal de Apelaciones, según un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias SPA.

Finalmente, el rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, ordenó cumplir la pena y el hombre fue ejecutado en la horca en la región de Al Yuf, provincia de Al Quraiat, en el norte del país.

Por otro lado, también fue llevada a cabo la ejecución de un hombre condenado por matar a su hijo de dos años de edad golpeándolo en varias ocasiones con un palo y dándole puñetazos en la cabeza y el cuerpo.

El menor también fue golpeado contra el suelo y quemado en diferentes partes del cuerpo, lo que finalmente provocó su muerte, según Interior, que agregó que las investigaciones judiciales demostraron la culpabilidad del acusado, sobre todo por los informes médicos que corroboraron el gran número de lesiones del pequeño.

La Justicia reconoció que el asesino tenía problemas psicológicos y no estaba en condiciones de defenderse, y por ello fue condenado a la horca y ejecutado también en la región de Al Yuf, según la nota.

En el ultraconservador reino de Arabia Saudí rige una interpretación rigorista de la ley islámica, que impone castigos como la decapitación por sable, la lapidación o la amputación de miembros, dictados habitualmente por los jueces saudíes.

El asesinato, el narcotráfico, la violación, los asaltos armados y la brujería, entre otros delitos, son castigados con la pena de muerte.

Amnistía Internacional cifra en 79 a las personas que fueron ejecutadas por las autoridades saudíes en 2013, entre ellas una mujer y dos jóvenes que, en el momento de cometer el delito, eran menores de edad.