Arzobispo insta a los salvadoreños a alcanzar la paz verdadera y el perdón

  • El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, instó hoy a los salvadoreños a alcanzar la "paz verdadera" y el perdón en una sociedad que está "desfigurada por la violencia".

San Salvador, 6 ago.- El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, instó hoy a los salvadoreños a alcanzar la "paz verdadera" y el perdón en una sociedad que está "desfigurada por la violencia".

El prelado hizo "un vehemente llamado a la entera sociedad salvadoreña a dar el paso hacia la paz verdadera", en la homilía de la misa en la Catedral Metropolitana que puso fin a las festividades del Divino Salvador del Mundo, patrono del país centroamericano.

Es necesario que cada salvadoreño se transfigure mediante su relación con Jesucristo y la oración para "transfigurar nuestra sociedad, que cada vez la vemos tan desfigurada por la violencia", señaló.

Escobar Alas recordó que en la misa del 6 de agosto de 1977 el arzobispo Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 y hoy en proceso de canonización, lamentaba: "Es triste presentar el espectáculo que hoy tenemos que ofrecer al Divino Salvador del Mundo, un cuadro de sangre y de desolación, de angustia".

"Por desdicha, después de 33 años marcados por la violencia, el cuadro de sangre de que hablaba nuestro querido monseñor Romero no ha cambiado mucho: estamos viviendo una situación sumamente grave", sentenció Escobar Alas.

"Queremos hacer presentes ante el Divino Salvador del Mundo a todas las víctimas de la violencia, a nuestros hermanos que han muerto y a sus familias que han sufrido ese dolor indescriptible", agregó.

El Salvador es considerado como uno de los países más violentos de mundo, con unos 11 asesinatos diarios y con una amplia actividad de pandillas que cometen extorsiones, asaltos y otros delitos.

Escobar Alas también recordó que en 1996 el papa Juan Pablo II, en su segunda visita a El Salvador, "mandó" a los salvadoreños a "ser artesanos de la paz", después de 12 años de una guerra (1980-1992) que causó unos 75.000 muertos.

Sin embargo, "todavía resuenan sus palabras en nuestros oídos y no hemos podido dar cumplimiento a su mandato", enfatizó.

El arzobispo también recurrió a las expresiones de Juan Pablo II para argumentar su exhortación al perdón y a la reconciliación entre los salvadoreños.

Según Escobar Alas, el ahora beato insistía en que "la paz duradera se apoya ante todo en la adopción de un estilo de convivencia humana inspirada en la acogida recíproca y capaz de un perdón cordial".

"Todos tenemos necesidad de ser perdonados por nuestros hermanos y, por tanto, todos debemos estar dispuestos a perdonar", decía Juan Pablo II, añadió el arzobispo salvadoreño.

Los salvadoreños deben pedir al Divino Salvador del Mundo "que nos dé la capacidad de perdonar de corazón a nuestros hermanos, que nos conceda la gracia de convertirnos a todos, adoptando comportamientos de verdadera justicia, comportamientos de acuerdo con la verdad y la caridad cristiana, para que con nuestros hermanos podamos obtener de Dios el milagro de la transfiguración de nuestra sociedad", puntualizó Escobar Alas.

Cientos de feligreses asistieron a la misa, además del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Belarmino Jaime, y el alcalde de San Salvador, Norman Quijano.

Las fiestas agostinas en honor del Divino Salvador del Mundo comenzaron el pasado lunes y han incluido desfiles, ferias y otras actividades, que en el aspecto religioso tuvieron su máxima expresión ayer con la ceremonia de "la bajada" o transfiguración de Jesucristo.

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