Australia empieza a multar a los dueños que no paseen a sus perros una vez al día

Perro
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Pixabay

Australia vela por 'sus' mascotas. El país ha decidido dar un paso más en la defensa de los animales y aprobaba este jueves una ley que va a permitir sancionar a aquellos dueños que mantengan a sus animales encerrados durante más de un día y no los saquen a pasear al menos, una vez cada 24 horas. 

El Territorio de la Capital Australiana (ATC, por sus siglas en inglés) ha dado luz verde a una norma que convierte a este estado federal -al que pertenece Canberra- en el primero en cambiar el estatus de los animales, que pasan de ser considerados una mera "propiedad" a ser reconocidos como "seres que sienten". 

"Lo que hemos hecho reconociendo la sensibilidad de los animales es reconocer algo que ya sabíamos", ha asegurado el consejero de servicios comunitario del ATC, Chris Steel, al medio británico. La nueva norma entrará en vigor en los próximos seis meses e incluye multas de hasta 4.000 dólares para los propietarios que no paseen a su mascota una vez al día, además de no proporcionarle comida, agua, refugio, un entorno limpio e higiénico y atención médica. 

La ley contempla, por ejemplo, que, si un propietario permite que las uñas de su perro o gato crezcan hasta poner en riesgo el bienestar de su mascota o si la piel del animal se ha llenado de pulgas por un cuidado deficiente, podrá ser castigado con un año de cárcel. La ley incluye "inspectores de bienestar animal".

También habrá restricciones adicionales para los dueños de tiendas de mascotas y criadores, así como sanciones para quienes participen en actividades violentas con animales, como peleas de perros, que se exponen a multas de hasta 48.000 dólares y una sentencia de tres años de prisión. No obstante, existen excepciones que no conllevarán sanción, como tener un perro en un jardín donde pueda moverse libremente o encerrarlo por su propia seguridad y bienestar.

También escapan a la ley gallineros, jaulas para pájaros y cajas para gatos. Aún no está claro cómo se llevará a la práctica la ley, pero incluye "inspectores de bienestar animal" que podrán pedir a los dueños de los animales sus datos personales, y negarse a facilitarlos podrá suponer una multa de hasta 2.400 dólares.

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