El robot BB-8 de Star Wars se muestra útil en escuelas para niños con autismo

  • Los robots ayudan a los niños va aprender habilidades sociales, académicas y emocionales.

    Más de 30 droides de Sphero han comenzado a usarse en la Aspect Hunter School de Sidney.

El robot BB-8 de Star Wars es la nueva herramienta de las escuelas de niños con autismo
El robot BB-8 de Star Wars es la nueva herramienta de las escuelas de niños con autismo
EP

La fuerza ha traspasado las fronteras de Tatooine y el pequeño robot BB-8 de la última película de la saga Star Wars ha aterrizado gracias a la compañía Sphero en una escuela de Sydney (Australia) para ayudar a niños con autismo.

Más de 30 robots de Sphero, la empresa que lanzó el juguete del droide más simpático de los últimos años, han llegado a la Aspect Hunter School, una escuela de Sidney para niños con autismo, ya que los robots ayudan a los niños a aprender habilidades sociales, académicas y emocionales, explica en Mashable uno de los responsables, Craig Smith.

Los robots se utilizan usando tres métodos para que los niños aprendan jugando: interacción con el mundo natural, uso de juguetes de construcción y herramientas virtuales, como Minecraft.Heading to Port Macquarie next week and working with @SpheroEdu SPRK with our Aspect Hunter School classes ✌🏻️👾🎉🌅😊 pic.twitter.com/AeFsIKy9wB— Craig Smith (@wrenasmir) 11 de junio de 2016

Sphero les guía y ellos le siguen sin miedo. Estudiantes de seis o siete años a los que les resulta complicado o estresante salir de su aula e ir a otras partes de la escuela ahora se dejan llevar por Sphero por pasillos y por todo el entorno de la escuela.

“Hemos descubierto que si les guían los Sphero pueden entrar en reuniones o en el aula de deportes. “Es como si fueran valientes y superaran sus ansiedades”, explica Smith. No sólo les ayuda a vencer sus miedos a traspasar la puerta, también a hablar.Un vídeo publicado por Sphero (@sphero) el 15 de May de 2016 a la(s) 4:41 PDT

Según cuentan sus responsables, muchos de los ejercicios llevados a cabo con Sphero implican trabajar en parejas o en grupo y esto requiere la interacción entre alumnos. “Un gran objetivo de nuestros estudiantes es expresarse: usar el lenguaje y escuchar el lenguaje de los otros”, añade Smith.

Un robot que ha ido más allá de lo esperado y no sólo ha conseguido divertir o enseñar, sino que ahora se ha convertido en el mejor aliado de los 130 niños de la escuela de Sidney.

“Puede ser muy difícil encontrar algo lo suficientemente interesante para que tengan diálogos entre ellos", añade Smith, que reconoce que Sphero lo ha conseguido: reunirse alrededor del robot, unir sus fuerzas y superar los miedos.

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