Bombardeos rusos en Siria acrecientan popularidad de Putin en Irak

  • La participación de Rusia en el conflicto en Siria ha acrecentado la popularidad del presidente ruso Vladimir Putin en el vecino Irak, donde mucha gente espera una ayuda de Moscú en la lucha contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

Sentado ante su caballete en su taller del centro de Bagdad, el pintor Mohammed Karim Nihaya le da las últimas pinceladas a un retrato del presidente ruso Vladimir Putin que copió de internet.

"He estado esperando que Rusia se involucre en la lucha" contra el grupo EI, que proclamó un "califato" en las zonas de Siria e Irak que controla, dice.

"Ellos sí obtienen resultados. En cambio, Estados Unidos y sus aliados han estado bombardeando durante un año y no lograron nada", agrega.

Los aviones rusos empezaron a llevar a cabo bombardeos aéreos en Siria el 30 de septiembre. Mucha gente en Irak, en particular miembros de la mayoría chiita, querría que Rusia también interviniera en su país.

"No queremos a la coalición internacional, sólo queremos a Rusia y sacrificaremos una oveja para darle la bienvenida", afirma Mohammed, quien está desempleado.

En Irak hay quien considera a Moscú, que ha apoyado a Damasco y Teherán en los últimos años, como un aliado más natural que Estados Unidos, que ocupó el país durante ocho años.

En las redes sociales, muchos usuarios han transformado a Putin en ciudadano de honor. Además, circula un chiste en el que se afirma que el presidente ruso es originario del sur iraquí, donde viven muchos chiitas.

"Tendríamos que darle a Putin la nacionalidad iraquí y la siria porque nos quiere más que nuestros propios políticos", dice Mohamed al Bahadli, un estudiante, mientras camina por la calle, en la ciudad sagrada de Nayaf.

"Hay musulmanes que nos bombardean porque somos 'rafidha'", es decir "los que rechazan", dice Saad Abdulá, quien tiene una supermercado de barrio, usando un término del grupo EI para referirse a los chiitas.

"Mientras tanto, Putin, que es ortodoxo, nos está defendiendo (...) Tal vez sea chiita de verdad y nunca nos enteramos", dice bromeando.

El chofer de taxi Ali al Ramahi cuenta que sin Putin, él ya se hubiera ido de Irak para intentar ingresar en Europa.

"Le agradezco a Putin porque me convenció de quedarme en Irak", asegura.

Algunos políticos iraquíes también comparten la "Putinmanía".

Así, Hakim al Zamili, quien dirige la comisión parlamentaria de Defensa y lidera una milicia chiita que luchó en el pasado contra Estados Unidos, dio a entender que Bagdad había decidido pedirle a Rusia que lleve a cabo bombardeos aéreos en Irak.

El primer ministro Haider al Abadi, que cuenta con el apoyo de las potencias occidentales, no ha dicho nada en ese sentido, pero tampoco descartó pedirle ayuda a Rusia.

Recientemente Moscú ingresó en una célula de coordinación formada por Bagdad para desarrollar acciones de inteligencia contra los combatientes del grupo EI, junto con Siria e Irán, que no forman parte de la coalición internacional liderada por Washington.

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