Bono destaca la sagaz inteligencia de Suárez y le recuerda con admiración

Madrid, 23 mar.- El expresidente del Congreso José Bono ha subrayado la sagaz inteligencia y la generosidad de Adolfo Suárez y ha dicho hoy que le evoca respeto por lo que hizo, admiración por las múltiples dificultades que tuvo que superar y afecto por su carácter cercano y por su modo de ser.

En declaraciones a Efe, Bono, que fue diputado con Suárez en el Gobierno, ha puesto de relieve su "ejemplo magnífico de patriotismo" y ha considerado que pasará a la historia como "el gran artífice de la democracia española a la muerte de Franco".

Adolfo Suárez -a juicio de Bono- llegó al centro de la escena política justo cuando España entera ansiaba vivir en libertad y tuvo tres cualidades excepcionales como la sagacidad, la inteligencia y la generosidad.

Según su punto de vista, Suárez, fallecido hoy a los 81 años, fue sagaz "para esquivar las andanadas de quienes se creían propietarios de España".

"Fue inteligente para conocer a sus adversarios, que nunca fueron ni pocos ni siempre fuimos templados; y fue generoso porque antepuso la dignidad del país a los intereses personales", ha precisado, y ha puesto como ejemplo el nombramiento como ministro de Ricardo de la Cierva, que meses antes había calificado su designación como un "inmenso error".

Bono se incluye entre esos "adversarios" que le criticaron, pero asegura tener el honor de que en enero de 1995, al otorgarle a Suárez el premio Alfonso X El Sabio, le dijo: "Pepe, este es el primer homenaje que la izquierda me hace con publicidad".

También ha lamentado Bono que el reconocimiento generalizado a la labor de Suárez no llegara antes para que hubiese disfrutado de lo que merecía. "Lamentablemente -ha señalado- la condición humana es así; casi siempre se reconoce al que muere y muchas veces al que no puede siquiera percibir el reconocimiento".

"España es el país de los grandes entierros", ha sentenciado.

Para Bono, Suárez representa una etapa histórica de España en la que la grandeza consistió en saber perdonar y ser generosos, un espíritu que, a su juicio, debería abundar más en los momentos actuales.

"No somos pocos -ha asegurado- los que pensamos que a Suárez le costó muy caro el atrevimiento de librarnos de los salvapatrias de siempre. Unos, hay que confesarlo, no le reconocían su tarea de innovador por razón de su origen. Otros lo rechazaban, precisamente, por no haberse encadenado a él".