Brad Booker, con la pierna rota en el encierro,piensa ya en volver a Pamplona

  • Brad Booker, de Phoenix (Arizona), un norteamericano de 41 años que ha cumplido este año su sueño de correr los encierros de San Fermín, regresará a su país con la tibia y el peroné de su pierna derecha fracturados, pero con un firme deseo: volver a Pamplona por segunda vez.

Ivana Navarro

Pamplona, 9 jul.- Brad Booker, de Phoenix (Arizona), un norteamericano de 41 años que ha cumplido este año su sueño de correr los encierros de San Fermín, regresará a su país con la tibia y el peroné de su pierna derecha fracturados, pero con un firme deseo: volver a Pamplona por segunda vez.

"Este ha sido el mejor viaje de mi vida", ha dicho Brad Booker a Efe, postrado en la cama de la habitación número 410 del hospital Virgen del Camino de Pamplona, en el que ingresó ayer después de correr su primer encierro, un reto que se había propuesto hace más de veinte años desde que un amigo de Houston (Texas) le hablara de la fiesta de los sanfermines y el encierro.

Acompañado por su novia, Nina Diana Espero, una filipina que por primera vez ha viajado hasta Pamplona, el norteamericano Booker dice que era consciente del riesgo que corría en el encierro, pero era algo que quería hacer.

"Esto viene de hace muchos años, recuerdo verlo en la televisión, los toros corriendo en Pamplona...es decir, es algo que quiero hacer desde hace mucho tiempo", ha dicho a Efe, antes de remarcar que quería venir a Pamplona y que estaba preparado "para ir a correr con los toros".

Booker ha explicado que además de lo que le ha contado su amigo sobre los encierros hay una aplicación para 'smartphone' (bull trainning running app), en la que te puedes informar de cómo hay que correr, la distancia con los toros, los tiempos que debes tener en cuenta, etc.

Tras destacar que hay un grupo muy grande de norteamericanos que cada año vienen a Pamplona para los sanfermines, Booker ha indicado que su lesión se produjo en la calle Estafeta, al intentar salir al medio de la calle y caer al suelo con un grupo de gente.

No estaba nervioso y sabía que no tenía que preocuparse mucho de los toros sino de los corredores, pero "un grupo de gente cayó al suelo y yo también", donde me quedé porque "ya me habían dicho que no debía levantarme hasta que los toros hubieran pasado".

El norteamericano ha destacado la rapidez con la que fue atendido por el equipo médico y ha contado cómo hubo un momento de estupor cuando, mientras estaba siendo atendido, uno de los toros de la ganadería Valdefresno dio media vuelta antes de entrar en la plaza.

A pesar de las heridas, se considera "afortunado", ya que, aunque no es "nada religioso", un rosario que su compañera Nina le entregó le ha dado suerte. "Nunca me había roto un hueso... Ya sé que es porque he corrido un encierro en España".

"Es una buena historia para contar, porque cuando vas escayolado todo el mundo te pregunta qué te ha pasado y yo puedo decir que es porque he corrido un encierro en Pamplona. Tengo la mejor historia", ha dicho entre risas Brad Booker, quien llegó el pasado viernes a Pamplona, donde participó en el chupinazo y ha asistido a una corrida de rejones, que le gustó, y otra con toreros.

Brad Booker ha dicho con rotundidad: "Sé que volveré, quizás no corra el primer día pero el segundo, quizás sí. Estas han sido las mejores vacaciones de mi vida a pesar de todo", según el turista norteamericano, que visita por primera vez España.

Sobre si recomendaría a sus compatriotas venir a sanfermines, Booker lo tiene claro: "Si no te sientes seguro haciendo algo, no lo hagas. Tienes que sentir que es algo que vas a hacer, sino puedes ser como la gente que corre el encierro cuando los toros aún no han salido".

Dice que su madre, que fue policía y le había recomendado que se alejara de los toros, ha sufrido la "peor pesadilla" tras comunicarle por teléfono que se encontraba en el hospital, y "porque no puede venir a verme a España".

Pero a muchos de sus amigos les ha parecido "genial" y que es una "buena historia", lo que corrobora su compañera Nina, quien no sabe si correrá un encierro, un reto que considera como una aventura. "Es como hacer paracaidismo o puenting", resume Brad Booker.

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