El líder de la junta militar golpista en Burkina Faso, el general Gilbert Dienderé, ha advertido este lunes de que la actual situación en el país podría desencadenar enfrentamientos y una "guerra civil" y se ha mostrado dispuesto a entregar el poder cuando haya un acuerdo definitivo con la mediación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
El golpista tomó el poder del país el pasado jueves cuando el país africano de 17 millones de habitantes, se preparaba para unas elecciones presidenciales y legislativas previstas para el 11 de octubre, con las que se pensaba poner fin a la transición comenzada tras el derrocamiento de Compaoré hace casi un año.
Desde entonces, la situación en el país se ha vuelto insostenible y los extranjeros que residen en el país están abandonándolo. Es el caso de Alfonso Artacho y José Albujar, dos cooperantes malagueños que se encontraban en Burkina Faso trabajando en un proyecto de potabilización de agua cuando les sorprendieron las revueltas. Tras ponerse en contacto con la embajada española emprendieron un viaje hasta la capital para poder tomar allí un vuelo hasta París desde el aeropuerto internacional.Dos cooperantes malagueños tratan de salir del país
El tesorero de la asociación 'Pozos Sin Frontera', Juan Pino, a la que pertenecían los malagueños aseguraron a la informacion.com que, en principio, los cooperantes tienen un vuelo programado para las ocho de la tarde hora peninsular. Aunque según cuenta, las noticias ahora son contradictorias, "allí les dicen que los vuelos están anulados y a nosotros aquí nos dicen que siguen operativos aunque por culpa del golpe de estado la situación puede cambiar en cualquier momento". Finalmente la situación ha empeorado y el aeropuerto ha quedado clausurado y sin noticias de cuando volverá a abrir.
A pesar de todo Pino confirma que ambos cooperantes se encuentran bien de salud aunque un poco preocupados por la situación "aunque mantienen la esperanza de iniciar pronto el vuelo de regreso a casa y verse con sus familias". Según informó el 'Diario Sur' Artacho y Albujar consiguieron este lunes gasolina de extraperlo suficiente para alcanzar la capital aunque aún no han llegado al aeropuerto según cuentan desde 'Pozos Sin Fronteras'. Aún tienen que desplazarse "hacia el aeropuerto que es otro peligroso viaje no exento de riesgos", explica Pino.
De momento los dos cooperantes se refugian en un hotel sin salir de la habitación por la inseguridad que se vive en las calles de la capital donde se levantan barricadas, y se suceden los tiroteos, según cuanta Javier San Emeterio, director de la asociación quien mostró su preocupación en conversación telefónica con este medio ya que los malagueños están teniendo dificultades para acceder a medicinas y comida, "llevan varios días comiendo bocadillos de sardina". "Se están quedando sin 'Malarone' (medicamento contra la malaria) y Pepe está un poco griposo", explicó el director. Desde 'Pozos Sin Fronteras' creen que hay otros cinco o seis españoles en Burkina y esperan que el Gobierno tome cartas en el asunto para sacarlos de allí aunque de momento la única noticia que tienen del ministerio les instan a tener paciencia y esperar a que todo se solucione.El ministerio recomienda no viajar al país
El Ministerio de Asuntos Exteriores español, por su parte, recomienda viajar al país "solo en caso de necesidad" y en caso de ir hacerlo "con extrema precaución", evitando los desplazamientos por determinadas zonas del país, especialmente por el norte. Antes de salir hacia la capital Artacho explicó a 'Diario Sur' que desde que se declaró el golpe de estado solo salía de casa por las mañanas a conseguir algo de comida, "han instaurado el toque de queda, y a las seis de la tarde esto se convierte en una ciudad fantasma", contó. Decidieron abandonar el país tras la falta de suministros y los altercados en las calles que tensaba la situación.
Los militares de la guardia presidencial tomaron el miércoles como rehenes al presidente y a miembros del gobierno. En los días siguientes terminaron liberando al presidente y al primer ministro y ahora ambas partes se afanan por negociar la paz y esquivar una guerra civil que podría aumentar el número de fallecidos que han perdido la vida hasta ahora por este conflicto. Al menos tres personas han muerto y hay 60 heridos tras el golpe perpetrado 'de facto', según informó la AFP.Los golpistas dispuestos a entregar el poder
En un comunicado publicado en el portal lefaso.net este martes, el general Dienderé ha confirmado su disposición a "entregar el poder a las autoridades civiles de transición tras un acuerdo definitivo de salida de la crisis bajo la égida de la CEDEAO". Según explica, ha tomado esta decisión tras el proyecto de acuerdo facilitado por esta organización y "ante la gravedad de la situación de seguridad caracterizada por el riesgo de enfrentamiento que puede conllevar el caos, la guerra civil y la violación masiva de los Derechos Humanos".
En una entrevista concedida al periódico francés 'Le Monde' el líder golpista se mostró conciliador y aseguró que estaba dispuesto a "hacer concesiones". Además afirmó que llegarían a "una solución entre hermanos de armas que pudieran conducir a una confrontación mucho peor". Si bien es cierto que no dará su brazo a torcer tan facilmente en las exigencias del ejército regular que les pide que se desarmen. "Estoy desesperado por alcanzar un acuerdo ya que, para ser honesto, me temo que estallará el conflicto", advierte.
Dienderé aseguró al rotativo que está dispuesto a abandonar el poder si se alcanzara un acuerdo. "Voy a dejar la presidencia del Consejo Nacional de la Democracia, ya lo he dicho y lo mantengo. Estoy totalmente dispuesto a ceder el poder a un civil que sea elegido por consenso", explicó.Disolución de las instituciones
En octubre de 2014, cientos de miles de burkineses tomaron las calles para echar del poder a Compaoré, que llevaba 27 años al frente del país. Este jueves por la mañana asistieron impotentes a la proclamación de un golpe de Estado militar en la televisión nacional. Los soldados del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP), un cuerpo de élite del ejército y guardia pretoriana del expresidente Compaoré, actualmente exiliado en Costa de Marfil, anunciaron haber "disuelto" las instituciones de la transición y prometieron organizar "elecciones inclusivas". El RSP rechaza la ley que prohíbe a los partidarios del expresidente Compaoré presentarse a las elecciones del 11 de octubre, que deben poner fin a la transición.
El comunicado del general Dienderé se produce tras otro previo del Estado Mayor de Burkina Faso que había anunciado que "el conjunto" de las Fuerzas Armadas del país se dirige actualmente hacia Uagadugu, la capital, con el objetivo de desarmar a la guardia presidencial "sin derramamiento de sangre".
La guardia presidencial, integrada por unos 1.200 efectivos, había protagonizado la semana pasada un golpe de Estado durante el que retuvo al presidente de transición, Michel Kafando, y a Isaac Zida. El Estado Mayor ha pedido este lunes a sus miembros que "depongan inmediatamente las armas y se trasladen al campamento Sangoulé Lamizana", en la capital, prometiendo que "su seguridad y la de sus familias será garantizada".
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