Cada día mueren tres niños en un campo de refugiados de la onu en sudán del sur, según médicos sin fronteras


Las malas condiciones sanitarias en el campo de desplazados de la ONU en Bentiu (Sudán del Sur) hacen que tres niños menores de cinco años mueran cada día en sus instalaciones, la mayoría de ellos por diarrea acuosa, neumonía y desnutrición, según denunció este viernes Médicos Sin Fronteras (MSF).
Esta organización señaló que las enfermedades prevenibles y la desnutrición aguda severa están causando “un alarmante número de muertes” entre las alrededor de 45.000 personas desplazadas que han buscado refugio en la base de Naciones Unidas en Bentiu.
MSF reclamó un mayor esfuerzo para mejorar el suministro de agua y para que se incrementen las actividades de promoción de la higiene, al tiempo que alertó de la necesidad urgente de construir un mayor número de letrinas en el campo.
Médicos Sin Fronteras subrayó que la incesante violencia en el Estado de Unidad, cuya capital es Bentiu, ha hecho que personas que buscan protección en la base de la ONU se haya multiplicado por 10 en los últimos dos meses, mientras que las recientes inundaciones de las últimas semanas han dejado la zona sin suficiente agua limpia ni servicios de saneamiento.
“Todas estas personas vinieron en busca de seguridad y de protección, pero lo que se han encontrado aquí son unas condiciones de vida deplorables”, afirmó Nora Echaibi, responsable del equipo sanitario de uno de los hospitales de MSF en la Zona, quien añadió que “las cosas están empeorando día tras día. El campo se está convirtiendo en una zona catastrófica a una velocidad de vértigo”.
FALTA DE AGUA POTABLE
MSF subrayó que las intensas lluvias de las últimas semanas han llevado al límite una situación que ya era de por sí desalentadora, inundando las letrinas y haciendo las carreteras impracticables para que los camiones cisterna distribuyan agua. las estructuras médicas y otras zonas donde las organizaciones de ayuda proporcionan servicios se han anegado.
Recalcó que, desde hace unos días, los pozos y los camiones cisterna suministran sólo 4,4 litros de agua limpia por persona y día, muy por debajo de los estándares internacionales de 15 litros per cápita. De este modo, los residentes en el campo se ven obligados a beber el agua de charcas, que, a menudo, está contaminada con excrementos. Y, de media, sólo hay una letrina por cada 241 personas.
Este desalentador panorama podría empeorar aún más en los próximos días, ya que MSF no descarta que puedan aparecer nuevos brotes de otras enfermedades, como hepatitis y malaria.
“La situación es complicada. Si queremos evitar una catástrofe, es necesario enviar más ayuda y hacer mayores esfuerzos. En la actualidad, MSF está incrementando sus capacidades hospitalarias en el campo y enviando equipos sanitarios de emergencia adicionales para intentar responder a la situación”, explicó Raphael Gorgeu, director general de Médicos Sin Fronteras en Sudán del Sur.

Mostrar comentarios