Desde que asumió el primer ministro liberal Justin Trudeau en noviembre, Canadá ha recibido a 15.685 refugiados sirios desde campamentos de la ONU en Medio Oriente y espera recibir otros 10.000 este mes.
El ministro de Inmigración, John McCallum, describió la escasez de viviendas como "significativo, pero manejable."
El ministro informó que otras ciudades se han ofrecido para colmar la falta de viviendas y que varios constructores inmobiliarios propusieron recurrir a sus unidades de alquiler y de condominios.
Como última salida, precisó McCallum, dos bases militares - una en Kingston (en la provincia de Ontario) y otra en Valcartier (provincia de Quebec) - ya están listas para recibir a refugiados, con 6.000 camas.
"No hemos detenido (ni) enlentecido de ninguna manera la acogida de (refugiados) en los aeropuertos. Siguen llegando en grandes cantidades, tal como estaba previsto", declaró McCallum en una rueda de prensa.
"En la medida que no podamos hospedarlos (...) lo suficientemente rápido, podríamos recurrir a las bases militares y eso siempre fue parte del plan", precisó.
"Creo que el hecho de que todavía no las hayamos necesitado probablemente sea una buena señal. Pero es muy probable que las precisemos antes de terminar la misión", añadió.
El partido Liberal de Trudeau se había comprometido a recibir a 25.000 refugiados sirios antes de Navidad, pero tuvo que posponer el plazo hasta fines de febrero ante los desafíos logísticos y de seguridad que implicaba la acogida.
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