Capuchinas de Manresa donan su convento para hacer residencia discapacitados

  • Las monjas capuchinas de Manresa han decidido donar su convento, una gran finca de 4.500 metros cuadrados, 1.800 de ellos edificados, a la Fundación Sociosanitaria de Manresa (FSSM) para que conviertan el monasterio en una residencia para personas con problemas de dependencia.

Barcelona, 9 feb.- Las monjas capuchinas de Manresa han decidido donar su convento, una gran finca de 4.500 metros cuadrados, 1.800 de ellos edificados, a la Fundación Sociosanitaria de Manresa (FSSM) para que conviertan el monasterio en una residencia para personas con problemas de dependencia.

La abadesa del monasterio de las capuchinas de Manresa, Teresa Caballero, ha explicado que la donación del conjunto patrimonial del convento la ha decidido la congregación por unanimidad y tras un largo proceso de reflexión.

Según ha informado en su boletín semanal la Unión de Religiosos de Cataluña (URC), que agrupa a todas las congregaciones religiosas con presencia en esta comunidad, el motivo de la donación está directamente relacionado con la edad de las seis monjas que viven actualmente en el monasterio, situado en la calle Talamanca, en el centro de Manresa, y la falta de nuevas vocaciones religiosas.

Las monjas capuchinas han considerado que el perfil de la Fundación Sociosanitaria de Manresa es el más adecuado para que en un futuro el convento se convierta en un centro social para personas dependientes.

La Fundación que ha recibido la donación se ha comprometido a cuidar de las seis monjas que viven en el convento, donde, además de la vida contemplativa, trabajan en la elaboración de hostias sagradas que distribuyen a parroquias de toda Cataluña.

Además, el acuerdo de cesión también pone como condición preservar todos los elementos arquitectónicos y artísticos de valor y adecuarlos de la mejor manera a los nuevos espacios que tenga la residencia para personas con problemas de dependencia.

El director general de la Fundación Sociosanitaria de Manresa, Manel Valls, ha loado la generosa decisión de las monjas capuchinas y ha resaltado el lugar privilegiado que el convento y futura residencia para personas dependientes ocupará en el centro de la ciudad.

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