Cardenal hondureño: pareciera que se borró mandamiento divino de no matarás

  • El cardenal hondureño, Oscar Andrés Rodríguez, dijo hoy que por la ola de violencia que vive el país, pareciera que se ha borrado el quinto mandamiento de la ley de Dios: "no matarás".

Tegucigalpa, 11 mar.- El cardenal hondureño, Oscar Andrés Rodríguez, dijo hoy que por la ola de violencia que vive el país, pareciera que se ha borrado el quinto mandamiento de la ley de Dios: "no matarás".

En la homilía dominical oficiada en la catedral de Tegucigalpa, Rodríguez hizo un llamamiento a los hondureños a la reflexión, especialmente en el quinto de los diez mandamientos, del que subrayó "que en Honduras pareciera que lo han borrado de la ley de Dios, cuando dice claramente no matarás".

Agregó que en el país "no hay día de Dios que no haya muertos, violencia, por haber olvidado que la vida es sagrada y que nadie le puede quitar la vida a nadie".

El prelado subrayó que los mandamientos de la ley de Dios, "lejos de ser una negación, son un camino positivo para que se pueda construir la paz, para que vivamos en armonía, para que desterremos el mal de nuestro país, que tanto lo necesita".

Rodríguez enfatizó que el camino de conversión en la vida de los seres humanos para celebrar dignamente la Pascua, pasa precisamente por la ley de Dios.

En Honduras, según el estatal Comisionado de los Derechos Humanos, en los 23 meses del actual Gobierno que preside Porfirio Lobo se registraron 12.838 muertes violentas, número que se eleva a 46.450 entre 2000 y 2011.

Un estudio del mismo Comisionado indica que entre el 27 de enero de 2010, cuando Lobo asumió el poder, y finales de 2011, se registraron un promedio de unas 19 por causas violentas por día, lo que da una media mensual de alrededor 558.

Rodríguez, quien también es arzobispo de Tegucigalpa, dijo que las personas que escogen el camino del crimen y la maldad, deberían recordar lo que dice el libro Éxodo del Antiguo Testamento: "castigo la maldad de los padres, de los hijos hasta la tercera y cuarta generación".

"No es que Dios sea vengativo, pero cuántas veces (los) hijos tienen que pagar la mala conducta de sus padres", enfatizó el religioso.

Además, recordó "a quienes se atreven a quitarle la vida a otro, que ellos también tienen familia y que también son miembros de una familia y, por consiguiente, no deben dejar ese estima negativo sobre su descendencia".

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