Carlos XVI Gustavo cumple 40 años de polémico reinado en Suecia

Anxo Lamela

Copenhague, 14 sep.- Carlos XVI Gustavo cumplirá mañana 40 años como monarca de Suecia, un reinado que ha estado marcado sobre todo en los últimos años por varias polémicas sobre sus intervenciones públicas y los escándalos de su vida privada.

La inauguración de una muestra ayer en el Palacio Real abrió el programa de actos de este fin de semana, que incluye hoy una cena con el Gobierno y un concierto organizado por el Parlamento sueco.

Un servicio religioso y una fiesta popular cerrarán mañana las festividades en honor al monarca, que con motivo de su aniversario en el trono visitará este año los 21 condados de Suecia.

Carl Gustaf Folke Hubertus -su nombre completo en sueco- es el quinto y único varón de los cinco hijos del príncipe Gustavo Adolfo y la princesa Sibila.

Su vida ha sido rica en acontecimientos desde muy pronto: su padre murió en un accidente de avión en Copenhague en 1947, cuando él no tenía aún un año; y el fallecimiento de su bisabuelo, Gustavo V, le convirtió en príncipe heredero a los cuatro.

Con apenas 27 años, accedió al trono tras la muerte del entonces rey, su abuelo Gustavo VI Adolfo, convirtiéndose en el séptimo monarca de la Casa Bernadotte en reinar en este país escandinavo.

Para entonces ya mantenía un noviazgo con Silvia Sommerlath, una azafata alemana que había conocido en los Juegos Olímpico de Múnich de 1972, con quien se casó cuatro años más tarde y con la que ha tenido tres hijos: Victoria, la heredera; Carlos Felipe y Magdalena.

Disléxico como sus dos hijos mayores, mantiene un fuerte vínculo con el movimiento scout -es presidente honorario de su fundación internacional- y siempre se ha interesado por el medio ambiente y la tecnología, además de los coches, una de sus pasiones.

Aunque su papel es meramente representativo, Carlos XVI Gustavo se ha visto envuelto en varias polémicas por algunos comentarios extemporáneos, tanto en Suecia como en el extranjero.

Durante una visita a Nueva Zelanda en 1989 dijo que si la entonces primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland no podía solucionar el problema de la caza de focas, cómo iba a ocuparse de su pueblo, lo que le valió críticas en Suecia y en Noruega.

Años más tarde, cuando visitaba al sultán de Brunei, tildó de aperturista el régimen dictatorial de este país, una afirmación recibida con generalizada sorpresa y malestar.

"¿Nunca podéis decir la verdad? ¡Carajo!" les dijo a unos periodistas hace unos meses tras la publicación de una información sobre los gastos de la Casa Real en la renovación de un edificio.

Y preguntado por si el reciente anuncio del embarazo de Magdalena implicaría su regreso a Suecia -vive en EEUU-, contestó: "Así que eso ahora es interesante. Quizás se mude a Islandia, se está mejor".

"No siempre se me ha dado bien", admitió sobre su habilidad para hablar en público en una entrevista difundida hoy por la Casa Real.

Su discurso emotivo y personal tras la muerte de un millar de suecos en el tsunami del sudeste asiático en 2004 le hizo ganarse en cambio muchas simpatías a Carlos XVI Gustavo, cuyo reinado ha vivido su época más convulsa en los últimos tres años.

La publicación de una biografía reveló sus supuestas salidas nocturnas a clubes y lugares comprometidos, además de infidelidades, corroboradas en la prensa por la popular cantante Camilla Henemark.

"He leído algunos titulares que no han sido agradables, he hablado con mi familia. Pasamos página y miramos adelante", fue la sorprendente respuesta del monarca, que no desmintió nada.

La difusión meses más tarde de una grabación en la que un amigo íntimo suyo intentaba negociar con un mafioso la compra de unas supuestas fotos comprometedoras del rey enturbió aún más el asunto.

Sus respuestas ambiguas y tardías provocaron críticas incluso en medios conservadores, y algunos sugirieron una posible abdicación en favor de Victoria, que la mayoría de los suecos respaldaba en los sondeos, aunque el monarca rechazó públicamente esa posibilidad.

La ruptura de Magdalena con su prometido por la infidelidad de éste, la relación de Carlos Felipe con una estrella de un "reality show" que había posado desnuda y las vinculaciones del padre de la reina con el nazismo tampoco ayudaron a mejorar la imagen del rey ni la de su familia, peor vista que las de Noruega o Dinamarca.

La polémica ha ido remitiendo no obstante de forma progresiva, gracias a la maternidad de Victoria y la reciente boda de Magdalena con un financiero británico-estadounidense, que han desviado la atención sobre Carlos XVI Gustavo, quien en 2016 podrá igualar a su bisabuelo como el "bernadotte" con más años en el trono.