Científicos españoles usan nuevas tecnologías para identificar genes causantes del cáncer


Científicos de la Unidad de Oncología Molecular del Ciemat, en colaboración con la Universidad de Iowa, la de Santiago de Compostela y el Instituto de Dermatología Integral de Madrid (Idei), han combinado las tecnologías de transposones (elementos genéticos móviles) y secuenciación masiva para identificar nuevos genes responsables del desarrollo del cáncer de piel.
El trabajo aparece en el número de julio de la revista 'Journal of Investigative Dermatology', la principal publicación científica de dermatología del mundo, difundida por el grupo editorial Nature.
En concreto, el estudio del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas indujo de manera controlada el desarrollo de tumores e identificó posteriormente todos los genes mutados en esos tumores.
Y es que, explican los científicos, un tumor se origina porque una célula del cuerpo sufre mutaciones en uno o varios genes, lo que incapacita los mecanismos de control de crecimiento de la célula y permite que se divida sin freno. Este crecimiento "aberrante e incontrolado", apuntan, es lo que se denomina cáncer.
De ahí, prosiguen, la investigación biológica del cáncer descansa en gran medida en la identificación de los genes que sufren mutaciones en los tumores.
En el trabajo, lo que han hecho los investigadores es combinar dos nuevas tecnologías: la secuenciación masiva y la utilización de transposones, elementos genéticos móviles con capacidad mutagénica.
Porque, indicaron sus autores, un tumor determinado no tiene en general una única mutación, sino varias que afectan a genes diversos, relacionados con funciones que se ven alteradas en el tumor.
En colaboración con la Universidad de Iowa, se ha desarrollado un modelo de ratón en el que se ha introducido un transposón modificado de manera que se mueva dentro del genoma de las células de la piel.
Este transposón, que se mueve al azar, tiene la capacidad de causar mutaciones allá donde caiga en el genoma.
Después de un tiempo, el transposón habrá causado un cierto número de mutaciones, y las células que hayan encontrado la "combinación" correcta de mutaciones desarrollarán un tumor.
A continuación, se utiliza la tecnología de secuenciación masiva para identificar los genes mutados por el transposón. Para ello, en el transposón se había insertado previamente una pequeña secuencia "rastreadora".
Así se secuenciaron más de 70 tumores y, tras el correspondiente análisis bioinformático, se identificaron en total 126 genes que son potencialmente responsables de la formación de tumores en caso de ser mutados.
Varios de estos genes son de sobra conocidos para los investigadores del cáncer, pero otros son totalmente nuevos e inesperados.
Como los genes mutados en los tumores de ratones no tiene necesariamente que ser los mismos que en los humanos, a continuación se validaron los resultados utilizando biopsias de tumores humanos procedentes de cirugía y se comprobó que algunos de estos genes también estaban mutados en los tumores de piel humanos.
La importancia de este estudio radica, pues, en que abre nuevas vías para entender cómo se desarrollan los tumores de piel en el ser humano, concluyen sus autores.

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