Cierra la capilla ardiente de Adolfo Suárez hasta las ocho de la mañana

  • La capilla ardiente del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez en el Congreso de los Diputados se ha cerrado a las 02:18 de la madrugada por expreso deseo de la familia, una vez que entró la última persona de las largas colas que esperaban para rendirle homenaje.

Por Gloria Arcos

Madrid, 25 mar.- La capilla ardiente del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez en el Congreso de los Diputados se ha cerrado a las 02:18 de la madrugada por expreso deseo de la familia, una vez que entró la última persona de las largas colas que esperaban para rendirle homenaje.

La capilla ardiente volverá a ser reabierta a las ocho de la mañana y permanecerá abierta hasta las 10:00 horas para que el público pueda aún darle su último adiós, y una hora después será despedido con honores de Estado en la plaza de Cibeles y trasladado a la catedral de Ávila, donde será enterrado.

Hasta este momento han estado presentes acompañando a la familia del expresidente Suárez, el presidente del Congreso, Jesús Posada, y miembros de la Mesa y de la Junta de Portavoces del Congreso, que han acompañado de forma rotatoria a la familia.

La familia del expresidente Adolfo Suárez, fallecido a primera hora de la tarde del domingo, se ha retirado a descansar.

En un lugar reservado para las autoridades, situado a la derecha. del féretro, en la capilla ardiente abierta al público en el salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja, han estado presentes además los portavoces del PP, Alfonso Alonso, la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, la diputada por Madrid del Grupo Popular Beatriz Rodríguez Salmonés, y el portavoz de Sanidad y Justicia de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, entre otros parlamentarios.

A la izquierda del féretro se encontraba la familia y amigos de Adolfo Suárez, entre ellos su hijo Adolfo Suárez Illana, la esposa de este, alguno de sus nietos o el torero Juan José Padilla, que agradecieron a todos su asistencia, y se retiraron a descansar.

Soldados de los tres ejércitos y agentes de la Guardia Civil, que se fueron relevando, rindieron honores a Adolfo Suárez, mientras circulaban de forma imparable miles de ciudadanos, tras esperar durante horas a la intemperie, en una fría noche madrileña.

Las largas colas se iniciaban más allá del Banco de España, proseguían hacia arriba por la calle de Alcalá, atravesaban la calle Madrazo, para continuar por el paseo de la Castellana y ascender por la carrera de San Jerónimo.

Finalmente, tras una larga espera hasta el último de los ciudadanos consiguieron entrar por la puerta de los Leones, abierta de forma excepcional para que los españoles pudieran brindar un homenaje a uno de los principales artífices de la transición, que podrán reiniciar entre las ocho y diez de la mañana hasta que su féretro sea conducido hasta la plaza de Cibeles.

Ante las colas interminables los ciudadanos pasaron de dos en dos de forma respetuosa ante el féretro, aunque algunos, como una mujer, que no pudieron reprimir sus sentimientos, expresaron en alto su agradecimiento: "Gracias don Adolfo".

Otro hombre mostró ante el féretro una bandera española y una mujer en silla de rueda y visiblemente enferma, fue abrazada por Gaspar Llamazares y Adolfo Suaérez Illana de un modo muy afectuoso.

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