Clérigos suníes acusan a las fuerzas iraquíes de ejecutar a cien presos

  • Los ulemas suníes de Irak han acusado a las fuerzas iraquíes de ejecutar a cien presos en dos cárceles de las provincias de Nínive (norte del país) y Diyala (al noreste de Bagdad), según un comunicado recogido hoy por foros yihadistas.

Bagdad, 18 jun.- Los ulemas suníes de Irak han acusado a las fuerzas iraquíes de ejecutar a cien presos en dos cárceles de las provincias de Nínive (norte del país) y Diyala (al noreste de Bagdad), según un comunicado recogido hoy por foros yihadistas.

La llamada Asociación de los Ulemas del país señaló que "las fuerzas gubernamentales y las milicias sectarias" cometieron "la atrocidad de ejecutar" a esos prisioneros.

Acusó en particular a la policía de Diyala de coordinarse para ajusticiar a cincuenta reos en la cárcel de la comisaría de Al Mefraq "aprovechando un ataque de los rebeldes" a esa zona de Baquba, ciudad en la que se desencadenaron ayer combates.

Fuentes de seguridad explicaron el martes que al menos 52 presos murieron después de que cayera en esa comisaría un proyectil de mortero lanzado por los extremistas, que supuestamente pretendían liberar a esas personas y erraron en la maniobra.

"Las milicias de (Nuri) Al Maliki (primer ministro iraquí) no tuvieron suficiente con esos delitos atroces que irrumpieron en el Hospital Universitario de Baquba y secuestraron al único preso superviviente de esa masacre para evitar que revele los hechos", afirmaron los ulemas.

Por otro lado, aseguraron que uno de los oficiales del ejército encargado de la vigilancia de la prisión de Tal Afar, en Nínive, habría ordenado ejecutar a unos cincuenta reclusos después de que los rebeldes sitiasen a las tropas.

La asociación pidió "moderación y no reciprocidad" a los rebeldes porque, subrayó, estos crímenes están castigados por el derecho internacional y sólo tienen la intención de arrastrar al país a la lucha sectaria.

Es complicado verificar estas informaciones porque las autoridades iraquíes están empleando una amplia labor de propaganda desde el inicio del conflicto, de la misma manera que lo hacen los insurgentes.

La semana pasada, la insurgencia suní, liderada por el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), tomó el control de Mosul, la segunda ciudad del país, y varias zonas del norte en su intento de avanzar hacia Bagdad y el sur iraquí.

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