La coalición acusa a los rebeldes de romper la tregua en Yemen

La tregua de 72 horas que había entrado en vigor el miércoles en Yemen está rota, a causa de los rebeldes chiitas, afirmó este jueves un portavoz de la coalición militar árabe que interviene en apoyo del presidente yemenita.

"No hay ningún alto el fuego", declaró el jueves a la AFP el portavoz de la coalición liderada por Arabia Saudita, Ahmed Al Assiri.

El militar dijo que la coalición se había visto obligada a responder después de que los rebeldes atacaran con morteros, cohetes y con francotiradores la frontera con Arabia Saudita.

"Se repitió la misma situación que la vez anterior cuando pedimos un cese el fuego", indicó Assiri.

Desde el inicio de la intervención de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita en 2015, cinco intentos de tregua han fracasado.

Esta vez, se registraron más de 43 violaciones de la tregua por parte de los hutíes en menos de 12 horas, dijo el general Assiri.

En uno de los ataques, un hombre y su hija resultaron heridos en la región saudita de Jazan, indicaron las autoridades de defensa civil del reino.

Assiri dijo que la coalición se vio obligada a responder con artillería y con bombardeos.

"Vamos a responder a cada una de las violaciones. Vamos a ser reactivos", indicó. "Es muy simple. Si ellos paran, no vamos a disparar ni una bala", aseguró el militar, que afirmó que la alianza sigue comprometida con la tregua.

Una de las exigencias del gobierno yemenita para acceder a la tregua fue que los rebeldes se unieran a un comité conjunto para velar por el cumplimiento del cese el fuego.

"Hasta ahora nadie se ha personado" del lado rebelde, indicó Assiri.

La tregua había comenzado el miércoles a las 23H59 hora local (20H59 GMT) y se produce en un momento en que el conflicto está en un callejón sin salida.

La guerra ya ha dejado 6.900 muertos, 35.000 heridos, tres millones de desplazados y devastó la economía de un país considerado como el más pobre de la península arábiga, incluso antes del inicio de las hostilidades.

Por su parte, portavoz de las fuerzas leales al presidente yemení, citado por la agencia Saba, contabilizó 69 violaciones del alto el fuego en Taiz, una gran ciudad del suroeste, y otras 9 en Nahm, al noeste de la capital Saná.

En Saná, el portavoz militar de los rebeldes, el general Sharaf Lokman, pidió a sus hombres "mantener el dedo en el gatillo".

En el norte, cerca de la frontera con Arabia Saudita, los enfrentamientos dejaron dos muertos entre los combatientes favorables al gobierno, indicó el portavoz Mohamed al Adani.

En tanto, en el Mar Rojo tres rebeldes perdieron la vida en dos ataques diferentes, indicaron fuentes militares yemenitas.

En Sadá, un bastión de los rebeldes en el norte del país, tres civiles perdieron la vida en un bombardeo.

"Queremos una tregua duradera", dice Sadok Abdalá, de 28 años, un habitante de Saná, cuyo escepticismo comparte con Ali al Dush: "se burlan de nosotros con una tregua de tres días".

"Queremos que la guerra termine. Queremos nuestros sueldos, que no hemos recibido desde hace tres meses por culpa de esta guerra absurda", añade este funcionario de 32 años, cuyo testimonio simboliza un sentimiento de impotencia frente a la frágil situación del banco central.

La sede de este banco fue trasladada de Saná a Adén tras una decisión en septiembre del gobierno de Hadi, que acusó a los rebeldes de haber utilizado 1.600 millones de dólares de sus reservas para financiar la guerra.

"Los hutíes tienen ahora graves problemas para pagar los salarios y su gran temor es que haya una revuelta contra ellos", estima el analista Mustafa Alani del Gulf Research Center.

Junto al malestar interno, Estados Unidos presiona para que se interrumpa un conflicto bélico que ha tenido un enorme coste para el país y ha desestabilizado a la región.

Mostrar comentarios