Cada vez más altas y menos contagios

'Zonas limpias' y 'zonas sucias': la vuelta a la calma de los hospitales tras el Covid

Hospital Clínic
Hospital Clínic
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'Zonas limpias' y 'zonas sucias', pero que no se moleste nadie. En la jerga sanitaria, se utiliza de forma habitual el adjetivo 'sucia' para designar los sectores del hospital en los que se mantienen ingresados pacientes que sufren algún tipo de enfermedad infecciosa. En el contexto de pandemia, los protocolos de los centros sanitarios tienen que ser muy estrictos en ese sentido. El jefe de microbiología del Hospital Clínic de Barcelona, Jordi Vila, anticipa la situación en la que se van a encontrar los hospitales durante las próximas semanas: "Disminuirá la cantidad de pacientes de Covid-19 y, poco a poco, irá incrementándose la de enfermos habituales con todo tipo de patologías, pero libres de coronavirus". 

Por eso es tan importante, según Vila, coordinar un plan para realizar test de seroprevalencia a todos los profesionales que trabajan en centros sanitarios. "Aquellos sanitarios que ya hayan pasado la infección y, por lo tanto, no puedan contagiar", concreta, "se deberán ubicar en las zonas de pacientes negativos en Covid". De ese modo, con la separación de enfermos y la adjudicación de casos a los sanitarios dependiendo del resultado del test de seroprevalencia, se podrá proteger a los pacientes con patologías ajenas al coronavirus, a priori más proclives a sufrir complicaciones en caso de contraerlo

El funcionamiento de las pruebas de seroprevalencia es exactamente el contrario que el de las PCR. Mientras que estas últimas analizan el virus de forma directa, los test de seroprevalencia lo hacen indirectamente

¿Cómo funciona un test de seroprevalencia?

Con la PCR ('reacción en cadena de la polimerasa') se analiza qué virus ha causado una determinada infección. En cambio, miediante el test de seroprevalencia "se detecta la respuesta inmunitaria del individuo". Explicado de otra manera, si el Covid está presente en el organismo de un paciente, éste tiene que haber generado anticuerpos (defensas). Así las cosas, la prueba de seroprevalencia detecta dichos anticuerpos y, además, los distingue de las defensas que generan otros virus

La principal ventaja de esa clase de pruebas es que no solo son capaces de detectar si un individuo tiene el Covid-19, sino también si lo ha pasado con anterioridad. En los hospitales es de vital importancia asegurarse de qué sanitarios y qué pacientes han contraído el virus en algún momento, también de forma subclínica o asintomática: solo así se podrá garantizar que el protocolo de 'zonas limpias' y 'zonas sucias' tenga el efecto deseado y evite el contagio de unos pacientes a otros y también de los propios sanitarios a enfermos que aún no hayan contraído el virus.

La misma prueba del macroestudio de Illa

Tal y como aseguró el ministro de Sanidad Salvador Illa el domingo, hoy lunes se pondrá en marcha el macroestudio de seroprevalencia en un total de 36.000 hogares españoles en pequeños y medianos municipios de 50 provincias. Las pruebas cuentan "con la colaboración de todas las comunidades autónomas" y tienen el objetivo de conocer con la máxima fiabilidad "la dimensión real" de la pandemia.

"Dará datos a nivel provincial y local; por edad y sexo; por transmisión comunitaria; y nos permitirá ver la evolución dinámica de la enfermedad", explicó ayer Illa. En ese sentido, ha añadido que el modelo permitirá analizar la evolución de la enfermedad a partir  de "tres oleadas separadas por 21 días". "La tendencia indica que estamos consolidando el descenso y definitivamente doblegando la curva", celebró el ministro, que también subrayó que en los 40 días de confinamiento se ha pasado de un índice de contagios "del 35% cuando se decretó el estado de alarma", el 14 de marzo, "al 0,8%" que se registra hoy en día. 

La congestión en las UCIs y de las plantas de los hospitales también disminuye y, poco a poco, los centros médicos españoles van volviendo a una relativa calma. Aunque las autoridades sanitarias enfatizan que "no hay que bajar la guardia" –el riesgo de rebrote existe y el peligro ni por  asomo ha ternimado–, lejos quedan las semanas de máximo estrés y cada vez más cerca (por no decir que lo tenemos ya encima) el próximo reto: lograr que la desescalada en los hospitales se salde con el menor número de nuevos contagios. En el Clínic y en el resto de hospitales españoles ya trabajan con un ojo puesto en esa dirección. 

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