Costarricenses peregrinan hacia la Virgen de los Ángeles en un acto de fe

  • Alrededor de un millón de costarricenses peregrinan hoy, en el evento religioso más importante y concurrido del país, hacia la Basílica de la Virgen de los Ángeles, como acto de fe para pedir un favor, cumplir una promesa o agradecer peticiones o milagros concedidos.

María José Brenes

San José, 1 ago.- Alrededor de un millón de costarricenses peregrinan hoy, en el evento religioso más importante y concurrido del país, hacia la Basílica de la Virgen de los Ángeles, como acto de fe para pedir un favor, cumplir una promesa o agradecer peticiones o milagros concedidos.

Desde todas partes del país, los creyentes realizan su caminata hacia la Basílica de los Ángeles, ubicada en la ciudad de Cartago, unos 20 kilómetros al este de San José, donde cada 2 de agosto se celebra el día de la Virgen de Los Ángeles.

Sin importar las distancias, las ampollas en los pies, el sol, o la lluvia los fieles tomaron las calles que conducen hacia el santuario de la Virgen, llamada popularmente "La Negrita".

Para ellos no existe cansancio que pueda superar la fe, desde niños hasta ancianos no dejan pasar la oportunidad de asistir al evento religioso más importante del país.

La tradicional romería culminará este sábado y la mayor cantidad de fieles iniciaron el viernes su trayecto, sin embargo, muchos de ellos comenzaron su caminata hace días y hasta semanas, sobretodo quienes proceden de zonas más alejadas de Cartago.

El estudiante Alonso Villalobos, de 18 años, que venía de San Ramón, provincia de Alajuela, ubicado a 75 kilómetros al oeste de Cartago, aseguró a Efe que tras 13 horas de caminar y a falta de cinco para llegar a la Basílica, "ha sido muy cansado, pero vale la pena, lo hago como un acto de fe".

Su padre, Alex, relató que para este año realizan la romería para agradecer a la Virgen de los Ángeles "por todos los favores concedidos y en especial por la salud de la familia".

Por su parte, Marlene Adamson, proveniente de Siquirres, provincia de Limón, ubicado a 250 kilómetros al este de Cartago, lleva varios días de estar caminando y junto a su esposo, José Quesada, hizo la romería para agradecer a "La Negrita".

"Es una caminata de fe y agradecimiento. Este año hacemos la romería, porque mi cuñado estuvo muy mal, los médicos no daban esperanzas y ahora ahí está trabajando, como si nada hubiera pasado", explicó Adamson a Efe.

El ingeniero Randall Vargas, quien salió de su oficina, ubicada en el centro de San José, se encaminó a realizar su peregrinación de fe.

Según indicó Vargas, desde pequeño le inculcaron la tradición, suma 14 romerías y en esta ocasión le da gracias a la Virgen por su trabajo y para que le de fuerzas ahora que su padre falleció.

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, expresó durante la semana que no realizará la romería ya que aunque su familia siempre ha sido devota de la Virgen de los Ángeles, nunca fue una tradición hacer la caminata.

Solís indicó que no quiere "politizar" la fiesta católica y que participará junto con su esposa Mercedes Peñas y miembros del gabinete, en la habitual misa de este sábado cuando se conmemora el día de la Virgen de los Ángeles, patrona del país.

Su antecesora, Laura Chinchilla, que gobernó entre 2010 y 2014, participó en la romería los cuatro años de su mandato.

La tradición religiosa indica que el 2 de agosto de 1635, una imagen de 18 centímetros de una madre morena con un niño en brazos y esculpida en jade se apareció a la niña indígena Juana Pereira en una roca.

La niña llevó la imagen a su casa en varias ocasiones, pero ésta volvía a aparecer sobre la misma piedra, lo que fue considerado como una señal divina por los sacerdotes de la época, quienes decidieron construir en el sitio una iglesia que en la actualidad es la Basílica de Los Ángeles.

Autoridades de la Iglesia católica afirman que cada año cerca de dos millones de personas realizan la romería para agradecer o pedir milagros a la Virgen.

Otras mediciones son más conservadoras, como una de la estatal Universidad de Costa Rica de 2012, que cifró a los romeros en unos 800.000.

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