De villancicos, taquígrafas y senadores atentos

  • Belén Gil Orantos.

Belén Gil Orantos.

Madrid, 20 dic.- Tres larguísimos días de debate en el Pleno del Senado dan para mucho y más si se trata de la última sesión del año, que tradicionalmente arrastra numerosos temas pendientes que los senadores quieren dejar cerrados para empezar de cero el nuevo período parlamentario.

Quizás por eso, al final a sus señorías les entran las prisas y hablan a un ritmo tal que casi hacen enloquecer a las esforzadas taquígrafas que intentan transcribir sus palabras, como ocurrió esta mañana con la senadora leonesa Silvia Franco.

Tras la primera parte de su diligente defensa de las reformas judiciales, las taquígrafas solicitaron a la parlamentaria popular que frenase la velocidad de su discurso y, aunque se comprometió a hacerlo, lo consiguió sólo en algunos momentos de su siguiente y acelerada intervención desde el estrado.

Quizás también por las prisas de última hora, al senador del año, el vasco Joseba Zubía, hoy no le salían las cuentas en su escaño y advertía al presidente del Senado, Pío García-Escudero, de que una enmienda ya había sido votada y "no se puede votar dos veces".

"Tiene usted razón", le contestó el presidente, lo que motivó risas entre sus señorías y aplausos para el parlamentario vasco, que saludó a sus compañeros cual torero, y un nuevo comentario de García-Escudero: "Eso se llama estar al tanto, señor Zubía. Muchas gracias".

Y entre risas y votaciones concluyó el último pleno de 2012 en el Palacio de la Plaza de la Marina Española, justo un día antes del anunciado fin del mundo.

Pero no hay que preocuparse, porque, según el presidente del Senado, "el mundo no se va a acabar". Pío García-Escudero se sumaba así a las voces contrarias a los augurios mayas al felicitar las navidades a los parlamentarios.

"Feliz Navidad y felices fiestas, nos vemos el año que viene, porque el mundo no se va acabar", aseguró el presidente momentos antes de que desde la bancada popular algunos senadores empezaran a entonar, no con mucho acierto al principio, un villancico del que previamente habían repartido copias a sus compañeros.

De pie y con el papel delante, despidieron el año con el tema navideño compuesto en 2010 por el entonces senador extremeño y actual alcalde de Castuera (Badajoz), Paolo Atalaya, y basado en el tradicional "Hacia Belén va una burra, rin rin".

"En el Senado de España, rin rin/ yo me remendaba, yo me remendé/ yo me eché un remiendo, yo me lo quité/ hoy cantan los populares/deseando a sus señorías, rin rin/ yo me remendaba, yo me remendé/ yo me eché un remiendo, yo me lo quité/ muy alegres navidades", rezaba la primera estrofa.

Una canción que, según los populares, ya interpretaron hace dos años un grupo de senadores del PP "con gran agrado del entonces portavoz y actual presidente del Senado".

"Feliz Nochebuena y gran Fin de Año/ y muchos regalos de los Reyes Magos", segunda y última estrofa, con bis incluido y mejor entonado por el inexperto coro, al que algunos parlamentarios no se sumaron, unos porque no se atrevieron y otros porque no les llegó a tiempo la letra.

Y tras los pertinentes y entusiastas aplausos y los también pertinentes abrazos de despedida, de nuevo las prisas. Sus señorías se apresuraron a sus despachos a recoger las maletas para regresar al terruño y pasar una "Feliz Navidad", como les deseó el presidente de la Cámara.

A ella regresarán en enero, una vez superado el fin del mundo y, seguramente, sin muchas prisas.

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