Declaran la emergencia nacional en Nueva Zelanda por seísmo en Christchurch

  • Sídney (Australia).- El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, declaró hoy el estado de emergencia nacional por el terremoto de 6,3 grados de magnitud en la escala Richter que ha causado al menos 75 muertos en la ciudad de Christchurch.

Al menos 75 muertos y 300 desaparecidos por el temblor al sur de Nueva Zelanda
Al menos 75 muertos y 300 desaparecidos por el temblor al sur de Nueva Zelanda

Sídney (Australia).- El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, declaró hoy el estado de emergencia nacional por el terremoto de 6,3 grados de magnitud en la escala Richter que ha causado al menos 75 muertos en la ciudad de Christchurch.

Key pidió a los neozelandeses que ayuden a las víctimas y aseguró a los damnificados que "el resto del país está con vosotros y os apoyamos con todo".

El primer ministro agradeció la ayuda llegada de todo el mundo, y prometió que no ahorrará esfuerzo alguno para rescatar a las cerca de 300 personas que continúan atrapadas bajo los escombros.

Key dijo la reconstrucción de Christchurch costará entre 6.000 y 8.000 millones de dólares, aunque algunos expertos calculan que los daños superarán los 16.000 millones de dólares.

Mientras tanto, los servicios de emergencia trabajan contra reloj para encontrar supervivientes y creen que el número de muertos aumentará en las próximas horas.

Unos 500 socorristas lograron rescatar con vida a 120 personas, entre ellas 15 trabajadores atrapados dentro de un edificio de seis plantas que cayó como un castillo de naipes por el temblor al igual que la catedral.

El jefe de la operación de salvamento, Russell Gibson, declaró a la radio local que "es una carnicería. Hay cuerpos tirados en las calles, aplastados bajo los escombros y encerrados en coches" por todo el centro de Christchurch, plagado de socavones de hasta 1 metro de profundidad.

Los equipos de rescate se mantienen en contacto por teléfono móvil con algunas víctimas atrapadas dentro de edificios desplomados, y ahora el mayor riesgo es que se produzcan más réplicas del terremoto.

A algunos damnificados se les tuvieron que amputar miembros para poder sacarles de entre las montañas de cemento, metal retorcido y vigas de hormigón partidas que hay por casi cada esquina de la ciudad, que en su mayor parte continúa sin suministro eléctrico.

La magnitud del seísmo incluso causó el desprendimiento de 30 millones de toneladas de hielo de un glaciar de la Isla Sur y olas gigantes en un lago.

El alcalde de Christchurch, Bob Parker, no pierde la esperanza y confía en que la mayoría de los atrapados podrá salir con vida.

Nueva Zelanda se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico" y cada año sufre unos 14.000 movimientos telúricos, en su mayor parte de baja intensidad.

El pasado septiembre, un terremoto de 7,2 grados causó en Christchurch decenas de heridos y cuantiosos daños materiales pero no víctimas mortales.

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