Discapacidad. La cnse aplaude la sentencia que permite la adopción de menores oyentes a una pareja sorda


La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) se felicitó este jueves por el hecho de que dos personas con discapacidad auditiva hayan logrado que la justicia les dé la razón y les considere idóneas para la adopción de menores, independientemente de que tengan o no sordera.
La CNSE se refiere así al caso de una pareja de personas sordas a la que el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass) declaró "no preferente" para adoptar a menores oyentes de entre 0 y un año (que es el rango de edad al que optaba), pero sí la consideró idónea para hacerse cargo de un menor de la misma edad con sordera.
La pareja recurrió la resolución del Icass ante el Juzgado de Primera Instancia número 11 de Santander, que estimó la demanda, y ahora la Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado esa sentencia, con lo que los interesados podrán adoptar a menores independientemente de si tienen discapacidad auditiva o no.
Según declararon a Servimedia este jueves la CNSE y la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Cantabria (Fescan), esta decisión judicial es, además de "satisfactoria, de sentido común".
Y es que, argumentan, "las experiencias de vida demuestran que las parejas sordas forman familias tan saludables como cualquier otra", porque "ser madre o padre sordo no es un obstáculo para educar a hijos felices, sean biológicos o adoptados".
Las dos entidades indicaron que se trata de "una sentencia sin precedentes, ya que reconoce el derecho de las personas con discapacidad a formar una familia en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos", tal y como se establece en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Asimismo, resaltaron, la sentencia ratifica que este derecho no es incompatible con la prevalencia del interés superior del menor, "aspecto fundamental en cualquier proceso de adopción".
Finalmente, CNSE y Fescan se felicitaron por la resolución judicial, que califica el bilingüismo como una "fuente de riqueza personal" favorable para el desarrollo de los menores.
En este sentido, recordaron que la lengua de signos, al igual que la lengua oral, es un instrumento para conocer, pensar, comunicar, relacionarse con otras personas y representar la realidad. En definitiva, concluyeron, "una excelente aliada que fomenta el desarrollo lingüístico, cognitivo, social y afectivo de niñas y niños sordos".

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