Dolor y estupor el día después del trágico incendio de Tordómar (Burgos)

  • El dolor de los vecinos de Tordómar (Burgos) y de los familiares de las víctimas del incendio de ayer en la casa rural del pueblo, donde fallecieron seis personas de una misma familia, entre ellos tres niños, se mezclaba hoy con el estupor en la localidad, donde nadie se acaba de explicar lo ocurrido.

Pedro Sedano

Burgos, 23 feb.- El dolor de los vecinos de Tordómar (Burgos) y de los familiares de las víctimas del incendio de ayer en la casa rural del pueblo, donde fallecieron seis personas de una misma familia, entre ellos tres niños, se mezclaba hoy con el estupor en la localidad, donde nadie se acaba de explicar lo ocurrido.

En un día soleado, las campanas de la iglesia parroquial de la Santa Cruz han repicado hoy como cada domingo para anunciar el inicio de la misa, pero todos sabían que no era una celebración eucarística ordinaria.

Pese a la presencia de numerosos periodistas y de políticos como el consejero de Presidencia del Principado de Asturias, Guillermo Martínez, y el consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Antonio Silván, el silencio indicaba el respeto por el dolor de los familiares de las víctimas.

Sólo algunas miradas cruzadas entre los vecinos indicaban el momento en que entraban en la iglesia familiares de las víctimas, que han querido agradecer la ayuda de todos, pero especialmente de los cinco jóvenes que evitaron que la tragedia hubiera sido mayor y hubiera terminado también con la vida de algunos de los cinco miembros de la familia que salieron con vida.

Igual que las víctimas mortales, cuya causa de la muerte fue confirmada a primera hora de la tarde de ayer por las autopsias, sufrieron una intoxicación por inhalación de monóxido de carbono.

Tres de los intoxicados y el hombre que logró salir de la casa y dar el aviso para pedir ayuda, que fue ingresado en "Vigilancia psicológica" porque estaba destrozado tras haber perdido a su mujer y a un hijo en el incendio, salieron ayer del Hospital Universitario de Burgos.

Otros dos adultos han recibido el alta esta mañana tras pasar por el servicio de Cirugía plástica del centro, porque, además de la intoxicación, sufrían algunas quemaduras.

Sólo las caras serias, el silencio y las conversaciones en voz baja mostrando estupor por lo ocurrido delatan que hoy es un mal día para Tordómar.

En pequeños corros, tras la misa, los vecinos se preguntan qué pudo ocurrir y cómo pudo saltar una chispa de la chimenea y prender el sofá, del que salió el humo tóxico que desencadenó la tragedia.

Es la única versión oficial que hay hasta ahora de lo ocurrido, la que difundieron tanto el subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas, a primera hora de la mañana, como, unas horas más tarde, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, que visitó a los ingresados en el Hospital Universitario de Burgos.

Sin embargo, hoy todo son llamadas a la prudencia desde las instancias oficiales, que piden esperar a que los técnicos de la Policía Judicial y la Unidad Especial de Investigación de Incendios, procedente de La Rioja, emitan su informe.

El consejero de Fomento de Castilla y León, Antonio Silván, ha insistido en que hoy es un día para "el recogimiento y el apoyo a la familia afectada", mientras la alcaldesa de Tordómar, Inmaculada Sierra, ha pedido que se deje trabajar a los técnicos para determinar lo ocurrido.

Ambos han asistido al oficio religioso acompañando a los familiares, como ha hecho el consejero de Presidencia del Principado de Asturias, Guillermo Martínez, que ha querido apoyar así a las víctimas, originarias de esa comunidad, aunque parte residentes en Madrid.

La familia no ha querido dar detalles sobre el momento en que se producirá el traslado de los restos de los fallecidos a Asturias y ha pedido que se respete su intimidad.

Dentro de la iglesia estaban muy cerca del matrimonio propietario de la casa rural en la que se produjo la tragedia, que sigue sin explicarse lo ocurrido y que ni siquiera han podido acceder todavía al interior del inmueble.

El edificio, de tres pisos, sigue todavía acordonado y guardias civiles de uniforme, otros de paisano y algunos con monos blancos siguen entrando y saliendo para tomar pruebas de cara a la investigación, de cuyas conclusiones todavía no hay ningún avance. EFE

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