Dos españoles a la carrera por Indonesia con su triciclo motorizado

  • Dos españoles viven estos días la aventura de cruzar Indonesia en un triciclo motorizado de estilo asiático conocido por "rickshaw" y similar al empleado por la más de una veintena de equipos que compiten en esta inusual carrera.

Paula Regueira Leal

Merak (Indonesia), 16 oct.- Dos españoles viven estos días la aventura de cruzar Indonesia en un triciclo motorizado de estilo asiático conocido por "rickshaw" y similar al empleado por la más de una veintena de equipos que compiten en esta inusual carrera.

En esta competición organizada por la asociación británica The Aventurist para recaudar dinero destinado a la protección de la fauna y que consiste en recorrer en dos semanas 3.300 kilómetros de tortuosos caminos y carreteras, participa el tándem formado por los madrileños Manuel Figuerola y David Hurtado

La aventura de Figuerola y Hurtado, voluntarios de la ONG Bolis y Balones que suministra material escolar a los orfanatos de la India, arrancó el pasado 6 de octubre en la isla de Bali y en caso de que alcancen la meta fijada, concluirá el próximo 19 de este mes en Medan, al norte de Sumatra.

Para llegar hasta la meta hay que sortear los baches que a diario ponen una y otra vez a prueba la resistencia del triciclo y la de los nervios de los conductores de estas máquinas por las carreteras de Bali, Java y Sumatra en las que abundan los vehículos manejados de forma temeraria.

La experiencia forja el compañerismo entre Figuerola y Hurtado, residentes en Portugal e India respectivamente, y amigos desde que años atrás coincidieron en el mismo centro de enseñanza.

"No es una aventura que puedas hacer con cualquiera, tiene que ser alguien a quien conozcas bien y en quien confíes", dice Hurtado

El vehículo que conducen ha sido pintado con los colores de la bandera española, la parte frontal está decorada con pegatinas en forma de toros de lidia y del chasis sobresalen dos cuernos que despiertan la curiosidad de los indonesios y hasta llevan a que algunos exclamen "matador".

Los socavones de las maltrechas carreteras indonesias son como cornadas al triciclo de Figuerola y Hurtado, quienes a diario se esmeran para repararlo y continuar en la carrera.

"La pega que le ponemos a la organización es que nos han dado vehículos reutilizados de carreras anteriores y no estaban en las mejores condiciones cuando nos los entregaron", relata Figuerola.

Los dos jóvenes han superado numerosos contratiempos y tenido que solventar cada situación con el ingenio que espabila el idioma local en un país en el que el que el conocimiento del inglés es muy reducido.

En su periplo han sido guiados por la policía fuera de una autovía en la que han entrado por error para eludir carreteras comarcales, también han cargado el vehículo en la bodega de un barco para ir de una isla a otra y reparado averías múltiples, incluida la de la caja de cambios.

Los dos reconocen que ante las dificultades aseguran que lo mejor de la experiencia que están viviendo es la solidaridad de los indonesios en los momentos difíciles.

"Se trata de un tipo de turismo diferente, es a la vez un reto y una aventura que sirve para ayudar a los demás", comenta Figuerola.

Los dos aventureros han convertido este triciclo motorizado en una especie de choza de metal en el que a veces duermen y escuchan música, sobre todo canciones del grupo español Estopa.

"No se trata de ser los primeros en llegar a la meta pues el único premio es la satisfacción de completar el recorrido y alcanzar Medan con el rickshaw entero" dice Hurtado.

En su blog, www.aventoreros.com, explican el fin benéfico de la prueba y narran las vicisitudes ocurridas durante esta por el archipiélago de Indonesia.

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