Ecología y discapacidad se aúnan en el desguace de vehículos

  • El centro ecológico de vehículos Trameve, en Santiago de Compostela, emplea a 14 personas discapacitadas. Es un referente entre los 475 centros autorizados de tratamiento de vehículos en España.
Sara Acosta

Apenas huele a aceite usado, ni a anticongelante u otros fluidos tóxicos que contienen los vehículos, en el centro ecológico de vehículos Trameve, a las afueras de Santiago de Compostela. El exquisito rigor medioambiental de este centro autorizado de tratamiento de vehículos (C.A.T) le ha valido ser premiado por la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Xunta con la máxima puntuación entre 96 centros auditados de toda España.

Aquí están catalogadas hasta 71.000 piezas de vehículos fuera de uso tras llegar al final de su vida útil o que han sido siniestrados. Desde 2002, la ley obliga a los propietarios coches a entregarlos en uno de los 475 centros repartidos por España. Una vez en un centro autorizado de tratamiento de vehículos, que gestiona la asociación Sigrauto, el vehículo se somete a una operación de descontaminación, que pasa por la separación o extracción de los fluidos y otros elementos peligrosos.

A partir de ahí, la normativa permite la venta de piezas de ocasión aún útiles para otros vehículos en funcionamiento.

Trameve vende todo tipo de piezas, desde el motor hasta la carcasa del coche. Un particular puede ahorrarse entre el 50% y el 90% en la compra de una pieza respecto al fabricante. Y se puede recuperar hasta el 85% de un vehículo. En este negocio, Trameve da un paso más.

En su nave de 13.000 metros cuadrados a las afueras de Santiago de Compostela, en mitad de parajes a cual más verde, trabajan 14 personas con discapacidad física, expertos que en algunos casos dan el salto a la empresa privada por su conocimiento del sector. “Este tipo de iniciativas es la única forma de que muchas de estas personas accedan a un puesto de trabajo”, explica Luis Penido, generente del centro.

Trameve es a su vez una de las asociaciones miembro de la Confederación Gallega de Personas con Discapacidad Cogami, una entidad sin ánimo de lucro que ha creado 14 iniciativas que dan empleo a más de 600 personas en Galicia y en otras Comunidades Autónomas. Entre estas empresas de carácter social figura Coregal, un pequeño gigante del reciclado de residuos urbanos no peligrosos.

La compañía arrancó en 1993 con 5 trabajadores. Hoy da empleo a más de 120 personas y abarca el servicio de reciclado de papel, cartón, plásticos, metales, madera, vidrio, electrodomésticos o envases ligeros. Cogami entró a principios de año en el mayor concurso eólico gallego, que repartió 2.325 MW de potencia instalada en Galicia. Gas Natural Unión Fenosa fue la gran ganadora de la convocatoria.

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