El beisbol, uno de los deportes más peligrosos para sus espectadores

    • Una pelota de beisbol puede llegar a alcanzar velocidades de 168 kilómetros por hora.
    • Desde mediados del siglo XIX 120 espectadores han muerto golpeados por pelotas de beisbol, solo en Estados Unidos.
3-0. Buchholz blanquea a los Rays
3-0. Buchholz blanquea a los Rays

El beisbol es uno de los deportes más peligrosos para los espectadores. En un partido de la liga profesional de beisbol entre 35 y 40 pelotas bateadas pueden llegar al público. Coger una de esas bolas puede ser toda una suerte para sus espectadores. Muchos de ellos se traen sus propios guantes a la espera de conseguir el ansiado trofeo. Pero ser golpeado por una pelota de beisbol puede tener unas consecuencias terribles.120 muertos por culpa del golpe de una pelota

A pesar de que es el deporte rey en EE.UU, las primeras referencias que se tienen de élsitúan su origen en Inglaterra en 1744. Más de 30 años después llegó a Estados Unidos. Al principio los campos de beisbol no contaban con las protecciones existentes en la actualidad. En 1879, el equipo estadounidense de los Providence Grays decidió colocar redes tras el 'cátcher' para evitar golpear a las personas situadas en esa zona. Tras ellos, muchos equipos hicieron lo mismo. A pesar de esta mejora en la seguridad de los partidos, desde mediados del siglo XIX, 120 espectadores han muerto golpeados por pelotas de beisbol, solo en Estados Unidos.Las 'fly balls' las más peligrosas

Las pelotas que llegan normalmente hasta el público son las llamadas 'fly balls'. Estas describen una parábola y el espectador tiene suficiente margen de tiempo para ver su trayectoria y evitar el golpe. Las bolas verdaderamente peligrosas son las 'line drive'. La trayectoria de estas pelotas suele ser recta y no aminoran su velocidad.

Tras el bateo, el cerebro tarda unas décimas de segundo en interpretar lo que el ojo está viendo. Si se tiene en cuenta la velocidad que puede alcanzar una pelota de beisbol, hasta 168 kilómetros por hora, cuando nos damos cuenta de que la pelota está yendo hacia nosotros ya ha recorrido un largo trecho y puede ser demasiado tarde.

Delino DeShields Jr. es un joven jugador profesional de beisbol americano que pertenece a los Astros de Houston. Hace varios meses sufrió un terrible accidente tras ser golpeado por una pelota de beisbol durante un partido. La bola que le golpeó iba a 144 kilómetros por hora. El golpe provocó que se fracturara el pómulo y que su cara se deformara a causa de la hinchazón. El joven no dudó en compartir a través de las redes sociales las consecuencias del suceso.

To anyone that is concerned as you can see I'm doing fantastic! Blessed to see another day! Always smiling 😊 lol pic.twitter.com/C5koD0Z5t9— Delino DeShields (@LinoDeShields) abril 19, 2014

A pesar de que el golpe sufrido por DeShields Jr. se ha quedado en una mera anécdota, la contusión provocada por una de estas bolas puede llegar a causar la muerte.

Wendy Whitehead, de 39 años, estaba disfrutando de un partido de beisbol junto a su marido cuando una pelota le golpeó en la cabeza. A pesar de que su marido, médico, intento reanimarla y que fue llevada a un hospital, Wendy falleció al día siguiente.

En 2013 un niño de ocho años de edad, Dylan Williams, fue golpeado por una pelota en el lado derecho de la cabeza. El pequeño fue trasladado a un hospital en Indianápolis pero murió al día siguiente debido a la conmoción causada por el golpe.Las reglas del beisbol

En las82 denuncias presentadas entre 1913 y 2008 debido a sucesos de este tipo, tan solo 19 casos fallaron a favor de los demandantes. En 1950 un espectador demandó al equipo de Boston tras ser golpeado por una pelota durante un partido contra los Yankees. El tribunal determinó que ese espectador conocía los riesgos de la zona de grada donde se encontraba por ello los dueños del estadio no eran responsables de su accidente.

Para aclarar las responsabilidades, muchos estadios adoptaron unas reglas, las cuales, en esencia, decían que los dueños de los estadios no eran responsables de este tipo de accidentes si instalaban pantallas protectoras en las zonas de mayor riesgo. Estas reglas pueden variar de un estado a otro y, en muchos casos, no tienen en cuenta la evolución del propio deporte, con jugadores más fuertes y más rápidos.

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