El Cabildo de Gran Canaria planta 3.000 árboles de laurisilva para la rabiche

Las Palmas de Gran Canaria, 7 dic.- Unos 3.000 árboles de laurisilva han sido plantados hoy en Osorio (Teror) dentro de un programa de reforestación que se enmarca dentro del XLV Día del Árbol y del programa Life+reintroducción de la paloma rabiche, que lidera la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria.

Esta iniciativa del Consistorio, que ha sido dirigida por la consejera de Medioambiente y Seguridad, María del Mar Arévalo, ha contado con la complicidad de unos 600 voluntarios para dar otro impulso a la repoblación del monteverde de la antigua Selva de Doramas.

La Consejería ha facilitado en esta acción 3.000 árboles propios de la laurisilva, que han sido plantados en un breve periodo de tiempo en una superficie de casi 4 hectáreas, previamente marcada y preparada por los técnicos del Cabildo.

Arévalo ha destacado este nuevo empeño medioambiental de la Corporación insular en "la fiesta de la naturaleza", el Día del Árbol, con la que "apuesta por el medio natural y lucha contra el cambio climático" y, sobre todo, "aumenta el nivel de concienciación de los grancanarios en el cuidado y la reforestación" de la isla.

María del Mar Arévalo ha recordado a los medios de comunicación que el Cabildo vuelve a apostar por la recuperación del monteverde, que es "el bosque más mermado" en Gran Canaria, y que las nuevas plantas "computarán en el proyecto europeo Life+Rabiche, que busca en solo cuatro años la plantación de 500.000 árboles en la laurisilva del norte de la isla y, además, la reintroducción de la rabiche.

En relación con esta paloma, María del Mar Arévalo ha informado de que, en la actualidad, ya se han soltado a la naturaleza 105 palomas y que, en solo su primer año, el proyecto está próximo a cumplirse porque Europa marcó el objetivo en 120 ejemplares liberados.

Asimismo, la consejera ha adelantado que algunos de las rabiches liberadas del centro de cría de Osorio ya han sido avistadas formando parejas, con nidos e, incluso, polluelos, por lo que, en su opinión, "todo va muy bien" la reintroducción de una paloma que quedó extinta en Gran Canaria en la segunda mitad del siglo XIX.

"Lo más complicado del proyecto de la Rabiche era el compromiso con la reforestación, porque plantar medio millón de árboles en cuatro años nunca se había hecho antes en la Comunidad Autónoma de Canarias. Esta es una cifra que multiplica por dos la superficie de laurisilva que, a día de hoy, hay en la isla", ha concluido Arévalo.