"El camino de Pedro", una exposición del Vaticano para reforzar la fe

Ciudad del Vaticano, 5 feb.- Para reforzar la fe en una época, la actual, que pretende reducirla a la esfera privada, el Vaticano ha organizado la exposición "El camino de Pedro", presentada hoy por el arzobispo Rino Fisichella y que inaugurará mañana el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone.

"El camino de Pedro" ha sido instalada en el Castel Sant'Angelo el monumental castillo a orillas del río Tíber que fue panteón del emperador Adriano y posteriormente fortaleza donde se refugiaban los papas, y está compuesta por 40 cuadros y esculturas que van desde los siglos IV y V hasta el siglo XX, procedentes de siete países, entre ellos España.

Entre los cuadros, con los que se recorre la historia de la cristiandad, se encuentran obras de Luca Giordano, Lorenzo Veneziano, Vitale da Bologna, Jan Brueghel, Giorgio Vasari, Eugene Burnand, Marco Basaiti y Garofalo.

La exposición se enmarca en el Año de la Fe, abierto el pasado mes de octubre por el papa Benedicto XVI y, según dijo hoy el arzobispo Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, con la misma se pretende reforzar "la nostalgia de Dios que existe latente en el corazón de los hombres en esta época".

Fisichella añadió que el mundo actual está caracterizado por movimientos contradictorios: por un lado -dijo- parece que hay una sensación general de cansancio e indiferencia, que también afecta a la fe, y por otro hay un entusiasmo excesivo hacia el progreso científico y las nuevas formas de vida, "como si fueran la solución de los graves problemas actuales".

"Con frecuencia se afirma que es bueno reducir el espacio de la fe a los límites de lo privado y sin que tenga ningún efecto social o cultural. Sin embargo, es fácil comprobar que al mismo tiempo no deja de crecer el deseo de disfrutar de la belleza de la naturaleza y las obras de arte creadas por los artistas movidos por su fe y su capacidad interpretativa", subrayó el arzobispo.

Fisichella añadió que para "reforzar ese deseo y hacernos eco de la nostalgia de Dios, a menudo latente en muchas personas", la exposición se ha organizado como un viaje a través de los siglos para conocer a uno de los personajes que siempre ha interesado a los artistas, que han intentado comprender su misterio y darle voz: San Pedro.

Pedro -precisó Fisichella- es una imagen de la humanidad: es débil y traiciona y, sin embargo, sabe pedir perdón y, movido por el amor, lo deja todo para proclamar al mundo el misterio de la resurrección de Cristo.

Se trata de un "verdadero viaje de la fe, sin tregua", que los artistas han sabido captar en muchas obras que atestiguan su belleza, destacó el arzobispo.

El "ministro" del papa para la nueva evangelización subrayó que la exposición, que estará abierta hasta el 1 de mayo, es un camino "para crecer en la fe, pero también un reto para darse cuenta de la necesidad de creer como una respuesta al interrogante del sentido que la vida plantea".