El congreso pide cuentas al gobierno sobre los posibles perjuicios de los edulcorantes de bollos y "chuches"


El Congreso de los Diputados quiere estudios científicos que arrojen luz sobre los efectos para la salud de edulcorantes artificiales como el ciclamato de sodio E-952, usado en productos bajos en calorías o sin azúcar, tales como refrescos, bollería industrial o chucherías, y prohibido en países como Gran Bretaña, Bélgica o Australia.
Por este motivo, la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja aprobó este miércoles una proposición no de ley del Grupo Parlamentario de ER-IU-ICV, que insta al Gobierno a que informe en esta misma comisión, en el plazo de tres meses, de los nuevos estudios independientes coordinados por la autoridad europea de seguridad alimentaria (Efsa, por sus siglas en inglés), sobre edulcorantes naturales y artificiales.
Concretamente, la iniciativa quiere que el Ejecutivo comparezca en la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja en tres meses y allí dé cuenta de cómo van los nuevos estudios independientes coordinados por la Efsa para realizar la reevaluación y listado de aditivos alimentarios.
Según explicó en la defensa de esta iniciativa el diputado de Esquerra Republicana Joan Tardá, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado que el ciclamato de sodio E-952 puede tener potencialidades cancerígenas y causar daños a los espermatozoides y a los testículos y ha desaconsejado, por ello, su consumo a niños y embarazadas y lo ha limitado en el resto de los adultos.
Sin embargo, sostiene la propuesta, esta recomendación de la OMS no tiene efectos en la práctica, tanto por su desconocimiento, como por la falta de información al respecto de las dosis en los productos que contienen esta sustancia.
Teniendo en cuenta todo esto, el Congreso quiere contar con estudios científicos que aclaren si los edulcorantes pueden llegar a ser o no perjudiciales para la salud.

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