El Cairo, 15 oct.- El Ejército sirio desmintió hoy las acusaciones de Human Rights Watch (HRW) de que las tropas gubernamentales emplearon bombas de racimo, prohibidas por numerosos países, en sus choques con los grupos rebeldes.
Un comunicado del Comando General del Ejército y de las Fuerzas Armadas difundido por la agencia oficial Sana añadió que las tropas sirias no disponen de ese tipo de armamento y que las acusaciones forman parte de "una campaña de desorientación que pretende tapar los crímenes cometidos por las bandas terroristas armadas".
En un informe divulgado este domingo, HRW sostuvo que existen nuevas evidencias de que el régimen lanza bombas de racimo y mostró un vídeo en el que aparecen restos de esa munición hallados en zonas pobladas.
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