El escaso nacimiento no impedirá enviar linces a Extremadura y la reintroducción

  • Sevilla.- El recién nombrado coordinador estatal para la conservación del lince ibérico, José María Oliet, ha dicho a Efe que pese al escaso nacimiento de linces en cautividad de este año se podrán enviar cachorros al nuevo centro de cría de Zarza de Granadilla (Cáceres) y a la primera reintroducción en la naturaleza.

El escaso nacimiento no impedirá enviar linces a Extremadura y la reintroducción
El escaso nacimiento no impedirá enviar linces a Extremadura y la reintroducción

Sevilla.- El recién nombrado coordinador estatal para la conservación del lince ibérico, José María Oliet, ha dicho a Efe que pese al escaso nacimiento de linces en cautividad de este año se podrán enviar cachorros al nuevo centro de cría de Zarza de Granadilla (Cáceres) y a la primera reintroducción en la naturaleza.

Oliet ha sido nombrado hace unas semanas para reforzar la cooperación entre las comunidades autónomas implicadas en la preservación de este felino -Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha-, así como con Portugal.

También respaldará la colaboración entre el programa de cría en cautividad y los planes autonómicos de conservación del considerado felino más amenazado del planeta.

Ha destacado, en una entrevista con Efe, que esta cooperación "ibérica" para la conservación del lince es cada día más necesaria sin menoscabo del respeto "escrupuloso" a las competencias autonómicas y que otro de sus objetivos será consensuar y homologar según las recomendaciones científicas los planes de conservación que están desarrollando varias comunidades autónomas.

En su opinión, la consolidación de las dos poblaciones silvestres de lince ibérico -Doñana y Sierra Morena, con 65 y 165 ejemplares, respectivamente- y el éxito de la cría en cautividad, que suma unos ochenta ejemplares, permiten afrontar nuevos retos para la recuperación de esta especie.

La Estrategia para la Conservación del Lince Ibérico de 2008 fija en 2010 la primera reintroducción en la naturaleza de linces nacidos en cautividad -la iniciada en 2009 por la Junta de Andalucía en Guadalmellato (Córdoba) fue con ejemplares silvestres- y la puesta en marcha del centro de cría de Extremadura, el quinto de una red que funciona como un programa único, junto a los andaluces de El Acebuche (Doñana), La Olivilla (Sierra Morena) y el Zoobotánico de Jerez de la Frontera, y el estrenado en 2009 en Silves (Portugal).

Aunque la cría en cautividad se ha saldado este año con sólo nueve cachorros supervivientes a causa de la Enfermedad Renal Crónica que afecta a una docena de linces de El Acebuche, Oliet ha destacado que se ha logrado "estabilizar" esta patología lo que permitirá recuperar mayores camadas en próximos años.

Sí ha matizado que la primera reintroducción con linces nacidos en cautividad que se haría en Guadalmellato (Córdoba) con las camadas de "Córdoba" y "Camarina" nacidas este año en La Olivilla, y el envío de los primeros linces al centro extremeño deberán autorizarla los correspondientes responsables políticos.

Oliet ha remarcado que estas nuevas iniciativas son ahora posibles por "la valentía" de la Junta de Andalucía "que no dudó en meterse en una guerra en la que mucha gente dio la espalda porque tenía muchos riesgos cuando el lince se desangraba por los cuatro costados y desaparecían sus últimas poblaciones".

También ha valorado "el éxito" de la cría en cautividad impulsada por el Gobierno central hace una década, en cuyo éxito ha sido crucial el trabajo de la científica Astrid Vargas.

Con todo, Oliet ha enfatizado que ninguna comunidad autónoma recibirá linces si antes no adecúa hábitats donde liberarlos y ha reiterado que la reintroducción "es el objetivo más importante para conservar el lince ibérico" una vez que se han consolidado las poblaciones andaluzas y la cría en cautividad.

Ha lamentado que los nuevos retos para la conservación del lince que, ha reconocido, "es cara" coincidan con una grave crisis económica, por lo que ha reclamado la colaboración de las entidades financieras y que la sociedad se "corresponsabilice" con este esfuerzo.

Para Oliet, la sociedad española debe de valorar que evitar la extinción del lince ibérico no sólo supone salvar al "rey" del monte mediterráneo, sino también preservar un ecosistema "único y escaso" en el planeta y la cultura milenaria que acumula desde hace siglos.

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